Todo lo que ha dicho Joaquín Sabina sobre su relación con las drogas
Sintiéndolo mucho, la película-documental de Fernando León de Aranoa en torno a la figura de Joaquín Sabina, ha vuelto a poner sobre la mesa la relación que ha mantenido el artista de Úbeda con las drogas durante buena parte de su vida. Aunque hace más de 20 años que dejó la cocaína, ha confesado recientemente que la echa de menos. Recogemos todo lo que ha dicho Sabina de su relación con las drogas.
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La noche, la música, los amigos, la fiesta, el alcohol, las mujeres y las drogas han formado parte de la leyenda de Joaquín Sabina. Y sí, él mismo lo ha reconocido, el autor de Nos sobran los motivos ha llevado una vida de excesos, de noches largas, de humo y whisky, y de confundidas madrugadas.
"Dejé la cocaína hace más de 20 años, pero cuando me preguntan que qué siento ahora, contesto que nostalgia", explicó el cantautor a Pablo Motos en El Hormiguero durante la entrevista a la que acudió para presentar Sintiéndolo mucho, la película documental del director Fernando León de Aranoa, que lo convirtió en la sombra del cantautor durante los últimos 13 años.
Joaquín Sabina las apartó de su vida porque ya no sentía "ni ilusión ni el efecto", admitió al presentador. “Para mí fueron experiencias felices. Y cuando dejaron de serlo, simplemente lo dejé. ¿Que si las echo de menos? Sí. ¿Que si caeré otra vez? No”, confirma en el documental.
“Lo del sexo continuo y las drogas se acabó a mis cincuenta años”, relata en el trabajo de Aranoa, en el que el músico Leiva participa poniendo la banda sonora. Las dejó antes de sufrir el ictus que le mantuvo retirado de los escenarios en 2001 y que le llegó a sumir en una considerable depresión.
"Estuve cuatro meses sin salir de mi habitación. Me dedicaba a leer y a ver telebasura. Como vino, se fue [la depresión], pero se queda agazapada y quien ha tenido uno de estos episodios sabes muy bien que vives con un cierto miedo. De vez en cuando asoma la patita", contó en una entrevista en 2014 con Risto Mejide, en la que contó que paró de consumir seis meses antes de ese episodio.
"Por eso digo que no les sirvo de nada a las madres de los hijos perjudicados por esa sustancia", le dijo Sabina. " Me di cuenta de que no me proporcionaba placer si no me lo quitaba. Algún médico dice que eso se quedó ahí agazapado. El ictus seguro que tiene que ver con la mala vida", reconoció el artista que, al principio, negó que fuese la mala vida la que desencadenó ese accidente cerebrovascular.
En esa época de excesos, ha reconocido en numerosas ocasiones, que no pensaba en el futuro. "En la época de la caricatura —la de los excesos— nunca pensé en llegar a los 50 —hoy tiene 73—. Soy un superviviente".
¿Un juerguista de leyenda?
“Tengo que reconocer que sin la cocaína no hubiera podido componer uno de mis mejores discos, 19 días y 500 noches, que grabé en sesiones de tres días sin dormir”, confiesa Sabina en Sintiéndolo mucho.
Que la cocaína había formado parte del proceso artístico del que fue su disco más exitoso, publicado en 1999, ya se lo había contado a Juan Puchades, autor del libro 19 Días y 500 Noches: Sabina fin de siglo que publicó en 2019. El escritor desvela en él que el invierno de 1998, a punto de cumplir los 50, fue la época más loca del compositor y que entonces se empeñó en escribir su mejor trabajo en la música. Lo hizo a base de whisky, cocaína y café.
El protagonista reconoce que sin todo eso el trabajo no hubiera sido igual: “Ese punto de concentración obsesiva que da la coca es imposible de encontrar de otra manera. El disco es un disco de coca, completamente".
Años antes, en 2011, concedió una entrevista al programa de la televisión peruana El francotirador donde habló sin pudor de su adicción, "Dejé la coca hace cinco años y medio radicalmente, sin el menor trauma y sin terapias. Los médicos se enfadan y dicen ‘si cuentas eso por ahí, va a creer la gente que es muy fácil”, le explicaba al entrevistador. Y tirando de humor, argumentó: "Creo que lo que tomábamos por ahí es una cosa tan mala que es fácil dejarla, pero aquí es más jodido, porque es mejor".
"Yo amo las drogas y el alcohol. Sin embargo, detesto a los drogadictos y a los borrachos”, advertía y confesaba sincero que aún fumaba porros de vez en cuando. “La hierbita de Dios nunca le ha hecho mal a nadie. No compro ni tengo marihuana, pero si alguien, sobre todo en una gira, me ofrece un porro no le digo que no", reconocía en el programa.
Canciones de whisky y tequila
“Nunca he negado que me metiera rayas a diario. Pero tal vez soy más borracho que adicto a la cocaína, porque mientras a mi alrededor mataban por un raya, yo no lo hacía", recogió el periodista Javier Menéndez Flores en el libro Sabina en carne viva de 2006.
El alcohol, del que admite no haber prescindido, ha sido el compañero más fiel del Sabina creativo: de él ha hablado en cualquier escenario y a él se ha referido en muchas de sus canciones. "El médico me dijo que tenía que beber dos litros diarios, pero me dijo que no hacía falta que fueran de agua, también podían ser de tequila o de whisky", afirmó durante la entrevista en El Hormiguero.
Tras las risas del público, continuó la broma argumentando que bebía "por prescripción facultativa".