Zahara camina mientras canta preguntas en 'Lento ternura', su nuevo disco
Zahara y el existencialismo se dan la mano a lo largo de las once canciones que componen Lento ternura, el nuevo álbum de estudio de la artista donde, a ritmo de electrónica e indie pop, se reflexiona sobre las grandes preguntas del ser humano: qué es la vida, quién soy, quién creen que soy, qué significa el amor...

Zahara es una rara avis del panorama musical. Años después de triunfar —en el sentido cuantitativo de la palabra— con la canción Con las ganas (2005), la cantante continúa su trayectoria como artista independiente. PUTA, su álbum de 2021, supuso su consolidación artística al fusionar rave y pop indie con íntimas y reivindicativas letras sobre la violencia que sufrió en el pasado de distintas formas.
Casi cuatro años después, el 21 de febrero de 2025, Zahara estrena su nuevo disco Lento ternura, donde deja a un lado su pasado firmando las canciones como intérprete, compositora y productora. "Ha sido un antes y un después, hasta tal punto que he necesitado dejar de mirar a mi pasado, a mis traumas, a las violencias, y centrarme un poco en el presente", contó la jienensa durante su entrevista en Cuerpos especiales. "Tenía una voluntad de hablar desde donde estoy, de cómo veo la vida, qué me pregunto como una señora que soy".
Ahora, Zahara tiene más dudas que denuncias. Musicalmente, Lento ternura continúa el interés de la artista por la electrónica y la atmósfera de rave. Sin embargo, ninguna de las once canciones que componen el disco cuentan con sonidos de guitarra, siendo esta la primera vez que Zahara prescinde del instrumento en un álbum. Reconoce que "estaba muy viciada a él" y que le resulta "más divertido cuando no conoces algo".
Con Lento ternura, Zahara se mira a sí misma para reflexionar sobre el paso del tiempo, la soledad, el amor —tanto en su forma más oscura como en la más sincera—, las raíces, la amistad o la ansiedad de un mundo sin pausa...
El primer paso del camino con 'Formentera'
Zahara rememora recuerdos en la isla de Formentera durante la letra de una canción que se transforma entre la electrónica y el piano. Con ella, la artista introduce la esencia existencialista de todo el disco al hablar sobre los años que pasan —"Pienso en mis 38 como algo que poseo / Como si fuera dueña de ellos / Como si estos años fueran algo más que tiempo"—, la independencia —"Sigo hablando en plural / Como si no hubiese aprendido nada de la soledad"— o la superficialidad —"Era sencillo pensar que la vida era esto / Pedir la botella más cara, olvidarnos del resto".
De la ciudad al campo en 'Yo solo quería escribir una canción de amor'
El segundo paso de Zahara durante el camino que conforma Lento ternura mira de frente a la naturaleza como contrapunto de la ciudad. "Que se muera Madrid, que arda en el infierno / Que yo me quedo aquí, contigo / En este fin del mundo, contigo". Así, Yo solo quería escribir una canción de amor cobra forma entre el rechazo a lo urbano, la romantización del campo y el amor que menciona el título. "El mundo acaba", alerta la cantante al final del tema en un verso que recuerda a berlin U5.
El romanticismo de 'Nuestro amor'
La Zahara más sensual brota en Nuestro amor, donde canta sobre un amor sano, consolidado y apasionado. Sobre un amor "completo" que "no es eterno, es diario". Entre susurros y enumeraciones, la artista olvida las preguntas y define una relación sentimental como "un mapa con atajos secretos", como "el único bar abierto", como "la rave" o como "el baile".
'Quién dijo', la otra cara del amor
Quién dijo es un camino desde el piano hasta los sintetizadores; desde la nostalgia —"Me aferraba a la belleza / Que no quería que se fuera"— hasta el reconocimiento de lo que fue un amor posesivo —"Parecía tan bonito / Cuando me necesitabas / Aunque era menos sano"—. En la cuarta pista de Lento ternura, Zahara se desmarca del amor romántico y de los preceptos establecidos sobre lo que es el romanticismo.
El rastro del pasado en 'CTRL+Z'
Zahara mira atrás en el tiempo en CTRL+Z —función "deshacer"— y reconoce que no sabe cómo ha llegado hasta aquí. Dónde queda todo lo que vivió y todo lo que la ha convertido en la persona que es. "Pensaré en cómo deshice el tiempo / Como un ovillo, me olvidé de volver a tejerlo", canta en el estribillo. De nuevo, habla sobre priorizarse, sobre (no) darse importancia: "Me dejo en la esquina como a la ropa usada / Me olvido de lo que he sido porque no soy nada".
'¿Era esto la vida?', el sentido del disco
¿Era esto la vida? llega a la mitad de Lento ternura para dar sentido a todo el trabajo preguntándose de qué va esto de vivir. ¿Es "rozarse en silencio"? ¿Es "charlar sobre nada"? ¿Es "una deuda"? ¿Es "la lluvia entrando mojando el suelo"? ¿Qué es? Zahara no tiene la respuesta, pero sí un estribillo que se acerca a ella: "Quizá la vida es tan solo / Querer quererlo todo / Y temer tenerlo".
'La violencia'
Durante la primera parte del tema, más pausado en línea con SANSA —canción sobre los abusos que vivió la artista incluida en PUTA—, Zahara reconoce que las violencias que sufrió y que generó también forman parte de su identidad. Sin embargo, en la segunda mitad se acerca a RAMONA al reflexionar sobre la proyección de una misma en los ojos ajenos, de la creación de una subidentidad: "No sé en qué piensan cuando me señalan / Cuentan mi vida y no sé de quién hablan / Qué poco espacio ocupo en mi historia / A veces parece la de otra persona". Todo colapsa en la base electrónica del final que podría convivir con la gira La Puta Rave.
Hay demasiado en 'Demasiadas canciones'
Los constantes avances en el mundo digital invade la música. Después de que Amaia cantara sobre la voracidad imperante tras la digitalización en Tocotó, Zahara vuelve a ponerse en modo enumeración en Demasiadas canciones para reflexionar sobre los excesos con dardos hacia la industria musical: "Demasiadas pocas mujeres tocando en festivales / [...] / Demasiadas canciones que son el nuevo temazo / Demasiado privilegiado quejándose todo el rato / Demasiado selfi desde el escenario". La artista, en la canción más asfixiante de Lento ternura, plantea cómo le gustaría que fuera el mundo desde la defensa de la denuncia social —"Demasiada poca denuncia"—.
La amistad son 'Tus michis'
En Tus michis, los maullinos se apoderan del estribillo como simbolismo y oda a la amistad —"Oigo los gatos y me acuerdo de ti"—. En esta canción, Zahara es madre y amiga: "Te he dejado a mi hijo / Para que vea pureza / Para que tenga el ejemplo / De una persona buena / Que ser feliz es ser libre / Que él puede ser quien él sea".
'La ternura' frente a la violencia
Sin olvidar lo que PUTA significa para Zahara a nivel personal y profesional, la cantante busca en su nuevo disco otro sentido a la vida alejado de la violencia. El pasado aparece de nuevo en la décima pista del álbum, pero como recuerdos de un dolor en busca de consuelo; un consuelo que no es otro que "la ternura", una palabra que la artista repite, susurra y pronuncia entre risas al final de la canción —"Qué más dará cuando lo que de verdad te ha conmovido ha sido la ternura"—.
Las raíces de 'Soy de un pueblo pequeño' cierran el camino
Para cerrar el álbum, Zahara vuelve a recurrir a sus raíces como ya hizo con DOLORES en su anterior proyecto. Porque ¿quién es Zahara? Zahara es de "ninguna parte", pero viene "de un pueblo pequeño", de las coplillas de su abuela, de las veces que le han dicho que tiene "la misma cara de su madre". Zahara es su familia, es su tierra natal, es todo lo que canta y todo lo que calla; todo lo que pregunta y todo lo que responde.
Así, respondiendo al resto de canciones de Lento ternura, Zahara cierra el disco con una certeza: "Él dice que es una ciudad / Testigo de mis dolores / Nunca me conocerá".