Curado el segundo paciente con VIH tras un trasplante de médula
El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona ha coordinado un estudio que ha logrado el segundo caso en el mundo de una persona portadora del VIH que, tras someterse a un trasplante de células madre, lleva 18 meses en remisión del virus a pesar de no tomar tratamiento antirretroviral.
En el estudio ha participado el University College de Londres y se ha realizado en el marco internacional IciStem, coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y el University Medical Center de Utrecht de Holanda y ha sido publicado este martes por la revista 'Nature'.
El caso de este paciente, que ha sido tratado en Londres, es el segundo en el que, sin tratamiento antirretroviral, el virus se vuelve indetectable, después del "Paciente de Berlín" en 2009, que tras un trasplante de células madre para tratar su leucemia interrumpió su tratamiento y el virus no rebotó.
El "Paciente de Londres" era portador del VIH desde 2003, y en 2012 se le detectó un Linfoma de Hodgkin por el que se sometió a un trasplante de células madre en 2016. Estas células tenían una mutación llamada CCR5 Delta 32m que impide la entrada del virus en las células diana del VIH, los linfocitos T CD4.
A los 16 meses del trasplante, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y a día de hoy, 18 meses después, el virus permanece indetectable en su sangre -habitualmente, cuando las personas con infección por el VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebota en las 4 primeras semanas-.
El coautor del estudio y colíder del consorcio IciTem, Javier Martínez-Picado, ha explicado en una rueda de prensa que "la principal conclusión que extraemos de toda esta información es que el "Paciente de Berlín" no fue simplemente una anécdota y es posible conseguir una remisión total del virus". Sin embargo, Martínez-Picado recalca que "el trasplante de células madre es un procedimiento médico de riesgo elevado y solo se recomienda para tratar pacientes que padezcan una enfermedad hematológica que no pueda tratarse mediante otras terapias y que la retirada del tratamiento antirretroviral solo puede hacerse por decisión médica y con un seguimiento exhaustivo de la evolución".
"El siguiente paso es descubrir los mecanismos que hacen que el virus se erradique a través del trasplante de células madre y mimetizarlos con intervenciones menos invasivas", ha asegurado la coautora del estudio e investigadora, María Salgado.
En el año 2014 se reportó el caso del "Paciente de Essen", que recibió un trasplante con la mutación CCR5 Delta 32, pero cuando interrumpió el tratamiento antirretroviral el virus experimentó un rápido rebrote, además de otros 3 casos de trasplante de células madre que no presentaban la mutación y el virus rebotó a las 12, 32 y 41 semanas, respectivamente.
Desde el 2014, IciStem ha llevado a cabo el trasplante de 38 pacientes de VIH que debían someterse a un trasplante de células madre a causa de una enfermedad hematológica, de los cuales 9 tenían la mutación CCR5 -actualmente hay 4 en seguimiento- y 19 han superado el año post trasplante -sin dejar de tomar antirretrovirales-, solo 16 de los 38 continúan en seguimiento.
El estudio destaca que, mientras que las células originales del "Paciente de Berlín" ya presentaban la mutación CCR5, el paciente actual no la tenía originalmente, además este recibió una terapia pretrasplante mucho menos agresiva y un único trasplante, mientras que el "Paciente de Berlín" se sometió a dos intervenciones consecutivas. Esto demuestra, según los investigadores, que "se puede conseguir la remisión aun sin tener una mutación previa en el receptor y mediante tratamientos mucho menos agresivos para el paciente", aunque Martínez-Picado ha dicho que "no queremos hablar de curación aún por prudencia".
"Al alto riesgo que significa un trasplante de células madre, se le suma la dificultad de encontrar donantes con la mutación CCR5 en sus células, solo el 1% de personas en Europa la tienen y se concentran en los países del norte, por lo que no es la cura definitiva del virus pero aporta mucha esperanza".