La medida contra el coronavirus que llevas un año haciendo y que no era tan necesaria
El uso de lejía o cualquier otro desinfectante para limpiar superficies y evitar contagio por coronavirus no es tan necesario. Lo es sólo en algunas ocasiones. Así lo ha dicho los CDC de EEUU, que ha explicado cuál es la mejor forma para limpiar superficies de contacto recurrente y frenar la propagación de la covid-19.
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Basta con agua y jabón. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) han confirmado este lunes que limpiar las superficies con agua y jabón es suficiente para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. No hacen falta productos desinfectante ni diluir lejía en agua, como se había creído hace poco.
De hecho, esa era una de las principales recomendaciones de los CDC para frenar el avance de la pandemia y evitar más contagios por covid-19. Se pedía a los ciudadanos que limpiasen con desinfectantes químicos aquellas superficies que tocaban con regularidad como mesas, pomos de puertas e interruptores.
Agua y jabón son suficientes, y que lo que es realmente necesario es poner en práctica otras medidas. En concreto, usar mascarilla y ventilar los espacios cerrados.
"La gente puede infectarse con el virus que causa la covid-19 si toca objetos o superficies contaminadas. Sin embargo, las pruebas muestran que el riesgo de transmisión a través de esta vía es bajo", dijo en una rueda de prensa la directora de los CDC, Rochelle Walensky.
Limpiar regularmente con agua y jabón elimina los gérmenes pero no los mata, como sí hacen los productos químicos. Aún así, la especialista insistió en que agua y jabón son suficientes para reducir el riesgo de infección. Esto hace mucho más fácil la limpieza de viviendas, establecimientos comerciales y escuelas.
Cuando sí hay que usar lejía
Sí es necesarios usar lejía u otro producto desinfectante cuando en un lugar concreto ha habido un caso positivo de covid-19 en las 24 horas previas. Ahí sí que se recomiendan los productos químicos para matar los gérmenes.
Además de los que se venden en cualquier establecimiento especializado en productos de limpieza, se puede hacer un desinfectante casero con agua y lejía. Sólo hay que mezclar agua caliente (para que se diluya mejor) con lejía en una proporción 1:20. Por cada litro de agua, 20 mililitros de lejía.