Las cinco sustancias que segrega tu cerebro cada vez que tienes relaciones sexuales o te masturbas y qué hacen por tu salud

Los órganos genitales no son las únicas partes del cuerpo involucradas en el placer sexual. Sin el cerebro, nada de esto ocurriría. Este órgano es el canalizador de las emociones que experimentamos a través de todos los sentidos, y es importante entender qué le ocurre cuando nos excitamos.

Como explica la sexóloga María Torre, las terminaciones nerviosas que se hallan en el área genital tienen una comunicación directa con el cerebro. “Cuando se produce una estimulación, ya sea a través de cualquiera de los sentidos, diferentes áreas del cerebro se activan”. Una de estas áreas es el sistema límbico, que tiene que ver con los estados emocionales y los instintos.

“En ese momento, las partes que gobiernan el razonamiento se cierran, por eso, el sexo es más emocional e instintivo que racional. También se congelan las áreas de autoconciencia y desinhibición, y posibilitan que demos rienda suelta a lo que estamos sintiendo, dejándonos llevar”, apunta Torre, creadora de la cuenta de Instagram especializada en divulgación sexológica Ars Eróticas.

El cerebro es tan importante en el placer sexual que incluso puede hacer que una fantasía produzca más excitación que una práctica física. Aunque, como aclara Torre, “esto dependerá de la persona y su educación sexual”. “Si estamos más acostumbrados a excitarnos con el contacto físico o con estímulos visuales, por ejemplo. Pero desde luego, sea de un modo o de otro, la excitación, la erección, el orgasmo… todo pasa a través de nuestro cerebro”, añade.

Por qué el sexo es saludable

Durante la estimulación y la excitación, el cerebro también libera una serie de sustancias beneficiosas para nuestra salud, como explica Torre. La dopamina, por ejemplo, activa el sistema de recompensa y motivación, y ayuda a regular el sueño, el aprendizaje e incluso la atención.

La oxitocina, por su parte, fomenta la excitación y el orgasmo, y tiene efectos analgésicos. “Por eso muchas veces los límites entre dolor y placer durante las relaciones sexuales están más difuminados”, apunta la sexóloga. “La oxitocina también nos ayuda a reducir los dolores menstruales”, añade.

“La oxitocina ayuda a reducir los dolores menstruales”

Otra de estas sustancias es la serotonina, que está directamente relacionada con el estado de ánimo, el apetito y el sueño. “Cuando no segregamos esta sustancia suficientemente, nos sentimos más deprimidas”, aclara Torre. “Con las relaciones sexuales, los niveles de serotonina en sangre aumentan de manera natural, por lo que si tenemos relaciones agradables y satisfactorias de manera regular estaremos más felices”.

Con la noradrenalina aumenta la excitación, la atención y la energía, “que produce una sensación de bienestar como forma de recompensa”. “Así se genera un comportamiento cíclico: cuantas más prácticas sexuales placenteras tenemos, más queremos, porque asociamos lo bien que nos sentimos durante y después gracias a la segregación de noradrenalina”, explica Torre.

Por último, la liberación de prolactina a la sangre explicaría por qué después de la masturbación o las relaciones con otras personas se despierta una necesidad de actuar de manera más amable y calmada. “Al haber segregado esta sustancia, nos quedamos en un estado de relajación y queremos que todo sea más tierno, nos ponemos más mimosos, preferimos las caricias, etc.”, explica Torre.

“Todo estos procesos que ocurren en el cerebro con la estimulación, la excitación y el placer sexual son pura química y están científicamente demostrados”, apunta la sexóloga, quien recomienda masturbarse y/o tener relaciones sexuales regularmente para mejorar la salud física y mental.