Trucos para elegir la mejor sandía
Es una de la frutas más demandadas y estamos en su época óptima para consumir. Estas son las claves o trucos que tienes que tener en cuenta para elegir una buena sandía en la frutería.
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Es refrescante, ligera e hidratante, la sandía es uno de los alimentos más consumidos en verano. Constituye uno de los grandes placeres nutricionales de los días de verano, puesto que ayuda a soportar las altas temperaturas del día.
Al contrario de lo que muchos piensan, la sandía no solo aporta agua —en torno al 90% de esta fruta es agua—, sino que también es generosa en vitaminas A, C y B6. Además, contiene hidratos de carbono, minerales —como el potasio y el magnesio— y fibra.
Sin embargo, su valor más importante a nivel nutricional es el licopeno, que tiene un gran poder antioxidante y aporta numerosos beneficios a nuestra salud. Ayuda, entre otros aspectos, a reducir los niveles de colesterol y a controlar la hipertensión. También ayuda a prevenir las enfermedades de corazón e incluso a la prevención de algunos tipos de cáncer —como los relacionados con el papiloma—.
Es evidente que la sandía aporta numerosos beneficios a nuestra salud, pero ¿cómo elegimos una buena sandía? El frutero Alberto G.C. —que trabaja en una frutería desde hace 15 años— nos cuenta qué trucos pueden ayudarte . "Lo primero es saber que la sandía no madura una vez recolectada, por ello es importante comprobar que se encuentra en su punto idóneo cuando la adquirimos en la frutería".
La sandía cuanto más oscura, mejor
Lo primero que tenemos que hacer es prestar atención a su aspecto externo. Cuanto más oscura, menos brillo y menos manchas de diferente verde tenga en su corteza, más madura estará y mejor sabrá.
También es importante observar la zona de la base que debe tener color amarillo. Cuanto más oscuro sea el color, mejor. Esta zona corresponde al lugar en el que la fruta ha estado apoyada en la tierra conectada a la planta.
Uno de los rituales más repetidos para detectar una buena sandía —y que es un truco fundamental para escoger una buena pieza— es comprobar la sonoridad dando golpes a la cáscara. Si el sonido es hueco y contundente, la sandía estará lista para consumir. Sin embargo, si el sonido es flojo —suena con eco— la fruta aún no está madura.
Además debemos presionar la fruta para comprobar que su corteza es firme. Si la textura es blanda, está pasada.
Atención a la forma y a el peso de la sandía
Otras claves o trucos a tener en cuenta a la hora de elegir una buena sandía es fijarse en la forma y el peso. Se aconseja escoger una de silueta redonda y que no presente protuberancias o grietas. La OCU aconseja escoger las piezas que se encuentra en la cima del montón de la exposición en la frutería. Estos ejemplares suelen sufrir menos golpes y, por tanto, presentan mejores condiciones.
En cuanto al peso, puesto que la sandía es un 90% agua, la pieza debe pesar más de lo que aparenta. Si se compra por mitades, es importante fijarse que las pepitas sean negras, si son blancas es que aún no ha madurado lo suficiente. La textura de la carne no debe ser en ningún caso arenosa.
Si sigues estos trucos a la hora de comprar una sandía, no habrá sorpresas a la hora de degustar esta fruta de verano.