Antonio Resines se sincera sobre su experiencia en la UCI a causa del Covid: "Me quería morir"
Entre la vida y la muerte: así pasó un mes Antonio Resines después de contagiarse de Covid. El actor estuvo ingresado en la UCI y ahora ha relatado cómo fue su experiencia y que llegó a pedir que le mataran.
Antonio Resines sabe perfectamente lo que es vivir (y sobrevivir) entre la vida y la muerte. El actor, que se contagió de Covid el pasado mes de diciembre, pasó los 36 días más duros de su vida ingresado en la UCI del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y así lo ha relatado ahora.
En una entrevista con El País Semanal, el intérprete de Los Serrano, de 67 años, ha relatado cómo vivió estos duros momentos: "Me quería morir. No podía más. De hecho, en mi delirio, se lo dije a los médicos: ‘Pegadme un tiro de una puta vez’", ha confesado Resines, que recibió el alta el pasado 10 de febrero y ahora lidia con las secuelas de la enfermedad.
Delirios por exceso de medicación
Y es que, además de los problemas médicos derivados del Covid, Antonio Resines también tuvo que hacer frente a las consecuencias del exceso de medicación y corticoides y, delirante, llegó a pensar que los médicos y sanitarios querían matarle. "Cuando fui consciente, me tiré cuatro días pidiendo perdón a todo el mundo", cuenta el actor, que, a pesar de todo, sigue recordando lo ocurrido con bastante claridad.
"Quería irme de ahí, a leer el periódico con un amigo que se murió hace ocho años, Rafa Santillán. Tomarme un café o una caña con él y otros también de por aquí, pero para eso me tenía que morir. Mandé una carta a mis padres. Pero una carta como de alguien que no sabe escribir, como de película de paletos. Les decía que en el tránsito cuidaran de Ana y de Ricardo, mi hijo. Me cansé, me cansé de verdad, me estaba yendo… Probablemente me encuentre a mis padres y a mis amigos por ahí, me figuré. En ese momento creí, sí, que quizá hubiera algo", ha explicado Antonio Resines en su entrevista con El País.
Esta experiencia, además, le ha servido para reforzar su opinión de lo importante que es la sanidad pública y la necesidad de invertir en ello: "El seguimiento lo hacen intensivistas, especialistas en infecciones, psicólogos clínicos, psiquiatras, equipos que se turnan. La UCI es un sitio impecable. El problema fundamental de la sanidad no son los trabajadores, son las infraestructuras y la falta de dinero y de personal. Ahora, los que atienden y se dejan ahí la vida te tratan como si estuvieras en un palacio".
Ahora, mientras se recupera asentado en Cantabria, el actor espera el estreno de su último proyecto junto a Miguel Rellán, Sentimos las molestias, donde interpreta a un personaje "egocéntrico, un tipejo y un jeta".