La brutal confesión de Hovik Keuchkerian sobre su etapa de excesos: "Todo cambió un 6 de mayo"
Hovik Keuchkerian ha hecho una gran confesión sobre su etapa de excesos tras abandonar el boxeo y cómo consiguió estabilizar su vida y hacer que todo cambiase.
Hovik Keuchkerian ha visitado el plató de El Hormiguero para presentar la última temporada deLa Casa de Papel, donde da vida a Bogotá. Durante la entrevista, Pablo Motos ha querido preguntarle por una etapa en la que el actor estuvo perdido cuando se 'desenamoró' del boxeo.
"En el 2005 cuando dejé de pelear me fui para el otro lado. A parte de por el boxeo, por cosas personales mías. De trabajo, familiares... La vida de cada uno. Y yo hasta los 32 años no había bebido nada, no fumaba, estaba entrenando, estaba con mi gimnasio, con mis cosas. Y de repente dejé de boxear. La putada de dejar de perseguir un sueño es que, a la mañana siguiente, tienes una oquedad absoluta. El día es muy largo, no sabes que hacer", ha empezado explicando.
En su última etapa como boxeador, cuando ya estaba desencantado con la profesión, le echaron para atrás en un campeonato de España y un sparring mexicano, Benjamín García, le dijo "hermano, en México los hombres mojamos las penas con tequila". "¿Para qué queremos más?", ha bromeado Hovik, pero dejando claro que ahí empezó su etapa de excesos.
El actor confiesa que estuvo perdido durante unos dos o tres años, donde el alcohol fue el detonante para que todo empeorarse. "El alcohol fue la puerta de pensar solo en ti, de aislarte en tu casa, de apartarte de la gente y te salva el estar metido en la rueda a nivel profesional", ha explicado haciendo referencia a su etapa como cómico haciendo monólogos, una nueva profesión que le hizo poder volver a poner el foco en algo.
Aún así, Keuchkerian explica que el alcohol le impidió disfrutar al 100% de los monólogos y la interpretación.
Todo cambió un 6 de mayo
Tras estos años convulsos, un 6 de mayo todo cambió para Hovik Keuchkerian: "Me llamó mi señora madre y me llevó al rincón del ring y me tiró todo. Me dijo 'estás gordo, estás tóxico, estás feo, andas encorvado... No te lo voy a decir más, haz lo que quieras, hijo".
Hovik ha confesado que cuando escuchó a su madre decirle todo eso hubo algo que "le revolvió", y que pensó que el día que se muriese su madre no quería que tuviese la sensación de que dejaba aquí "un trozo de mierda".
Esto le ha hecho dar un giro, cuidarse y tomarse la vida de otra manera, aunque eso implique rechazar algunos trabajos para no perder el foco: "Tenía claro, antes de terminar La Casa de Papel, que no iba a coger más proyectos, que iba a parar", ha explicado. A excepción de un nuevo proyecto con Paco León, que ha propuesto una película, pero confiesa que ha rechazado muchos otros proyectos para cuidarse.
Eso sí, después de este nuevo parón, Hovik asegura que volverá: "Dentro de un año estaré perfectamente preparado para la guerra".