La caída y resurrección de Robert Downey Jr: de pasar décadas en las drogas a los Oscar de la mano de su esposa
El popular actor no siempre ha gozado de la misma reputación que en la actualidad, vinculado durante décadas al consumo de drogas y estancias en prisión hasta que, por suerte, pudo reconducir su vida hasta hacerse con el Oscar a Mejor actor secundario por su papel en Oppenheimer.
La vida y carrera de Robert Downey Jr. (58) ha experimentado tantos giros de guión que podría inspirar varios largometrajes en Hollywood.
Involucrado desde su infancia en explotar sus facetas artísticas, ya que sus padres, Robert Downey Sr. y Elsie Ann, eran actores, esa vocación le hizo destacar desde muy joven y trabajar en la industria a base de papeles en películas modestas o shows como Satruday Night Live.
Una carrera que dio un salto tras su interpretación en Chaplin (1992), película que le catapultó y con la que la crítica lo situó entre los intérpretes más prometedores de su generación. De hecho, gracias a esta película fue nominado por primera vez a los Oscar en la categoría de Mejor Actor, también en los Globos de Oro y ganó en los premios BAFTA.
Sin embargo, también fue a mediados de los años 90 cuando comenzaron a trascender sus problemas con las drogas y la justicia.
Adicciones y cárcel
Robert Downey Jr. fue detenido en abril de 1996 por deambular en Sunset Boulevard estando en posesión de heroína, cocaína y un revólver Magnum .357. Este episodio fue el primero de una serie de encuentros con la justicia que le ha llevado a pasar varias veces por prisión.
Un mes después, el actor volvía a ser arrestado por haberse colado en casa de su vecino mientras se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Una condición que, sumada a la quebrantación de su libertad condicional, hizo que le impusieran un periodo más largo de libertad condicional (tres años) y le obligasen a someterse a tests de detección de drogas de forma regular.
Apenas pasó un año desde su última detención, cuando Downey Jr. no se sometió a uno de los controles de droga a los que estaba obligado, desembocando en su primera estancia en prisión. Un total de casi cuatro meses en la cárcel del condado de Los Angeles.
Tropezando otra vez con la misma piedra, la de no acudir al examen médico de detección de estupefacientes, en 1999 el artista era condenado a tres años de prisión, aunque solo cumplió 15 meses en la carcel de Corcoran.
Un periodo que Downey Jr. recuerda como traumático. “Podías sentir el mal en el aire y eso no representaba ningún problema, porque era como estar en un barrio muy malo”, declaró en una entrevista varios años después de su encarcelamiento. “Allí no había oportunidades, solo amenazas”, sentenciaba en la misma entrevista.
A pesar de todo, su tiempo entre rejas no consiguió rehabilitar al actor y alejarlo de las drogas, ya que cuatro meses después de quedar en libertad, fue detenido durante el fin de semana de Acción de Gracias por estar bajo los efectos de las sustancias estupefacientes y presunta posesión de cocaína y valium. A pesar de ello, el intérprete se declaró inocente y finalmente no volvió a prisión.
Ya en el año abril de 2000 tuvo otro altercado con las autoridades, que llegaron a detenerle cuando se encontraba vagando por un callejón de la ciudad de Los Angeles.
Su padre lo metió en la droga
La adicción de Robert Downey Jr. con las sustancias prohibidas es indisoluble de la relación con su padre, Robert Downey Sr. Director de cine independiente, el padre del intérprete de Iron Man llevaba años consumiendo cocaína y marihuana —entre otras drogas— en grandes cantidades e invitó a su hijo a su primer porro con seis años.
Desde ahí, el vínculo entre ambos siempre estuvo marcado por el abuso de las drogas. “Alterábamos nuestra conciencia con sustancias”, indicaba el actor en el documental producido como homenaje a su padre, Robert Downey Sr. (Netflix). “Yo solo jugaba a un juego de querer apaciguarme a mí mismo, o de seguir colocado, antes de aceptar el hecho de que las cosas se habían salido de madre”.
Por otro lado, su padre sí que fue capaz de dejar las drogas en 1991 tras casarse con su segunda esposa, Laura Ernst. Una recuperación con la que el intérprete puso a su padre como referente y quiso emular con el paso de los años. “Aunque me llevó otros 20 años volver a ser persona, tú y Laura os convertisteis en un punto de estabilidad”, explicaba en el documental.
Recuperación en su segundo matrimonio
Sus problemas con las drogas y la justicia han marcado la vida sentimental del actor. Su noviazgo con la actriz Sarah Jessica Parker entre 1984 y 1991 les convirtió en una de las parejas más mediáticas de Estados Unidos.
Jóvenes, guapos y prometedores, ambos parecían encarnar el futuro de Hollywood. Sin embargo, el joven Downey Jr y su constante abuso de drogas terminaron por poner fin a la relación. “La gente a su alrededor me despreciaba, pero yo le di estabilidad e intenté crear un latido constante que le permitiera estar a tiempo. Eso me enfadaba y me avergonzaba”, comentaba la protagonista de Sexo en Nueva York en una entrevista.
De hecho, ha llegado a afirmar que “amas tanto a esta persona que tienes miedo de que muera si no estás”. “Las decisiones más duras de ese tipo de relaciones son sentirse lo suficientemente valiente como para dejarlo, incluso si piensas que van a morir”, sentenciaba.
Un aspecto que el artista terminó comprendiendo totalmente. “Me gustaba beber, tenía problemas con las drogas y eso no iba con Sarah Jessica, porque todo aquello es lo más alejado de lo que ella es. Me dio una casa y comprensión. Intentó ayudarme”, aclaraba.
Tras la ruptura, Robert Downey Jr. inició una relación con la actriz Deborah Falconer, con quien se casó en mayo de 1992. Fruto de su relación, el matrimonio tuvo a su hijo Indio Falconer Downey. Los continuos problemas del intérprete con la justicia y las drogas terminaron desembocando en la separación de la pareja en 1996 y el divorcio oficial en 2001.
Ha sido Indio el último factor que ha relacionado a Robert con las drogas, pues su primogénito también se ha visto envuelto en problemas de posesión y consumo de sustancias. “Desafortunadamente, hay un componente genético para la adicción e Indio, muy posiblemente, lo ha heredado”, llegó a declarar el actor, vinculando la adicción de su hijo con la que ya tuvo su padre.
Ya en 2005 comenzó el resurgir personal y profesional del actor de la mano de la productora Susan Levin, se segunda esposa. Ambos se conocieron en el rodaje de la película Gothika y, desde entonces, la felicidad y la estabilidad parecen rodear a la pareja, que han traído al mundo dos hijos.
Al poco tiempo, en 2007, Robert Downey Jr firmó el contrato que le vinculaba al que probablemente sea su personaje más popular: Iron Man. Un papel en la franquicia de Marvel que le ha traído pingües beneficios económicos y que también le ha devuelto a los primeros puestos en las listas de los actores más talentosos.
De hecho, tras su trabajo en la película Oppenheimerha servido al actor para hacerse con el Oscar en la categoría de Mejor actor secundario.
Una vida con altibajos en la que, afortunadamente, parece que la actualidad y las perspectivas se encuentran en el lado positivo.