¿Consigue Camila Cabello ser la 'Cenicienta' moderna que necesitábamos?

Camila Cabelloprotagoniza la última adaptación de La Cenicienta, una nueva oportunidad para descubrir un clásico literario que suena a filme reivindicativo. ¿Lo es?

Estamos ante un cuento de hadas que tiene muchas versiones pero, la que más nos ha llegado, sin lugar a dudas, ha sido la escrita por Charles Perrault, uno de esos clásicos inamovibles de la historia de la literatura, que llegó a su punto más alto con la adaptación animada de Disney. Es por ello que, cada vez, que sale una nueva encarnación del personaje este posee un atractivo tan magnético que hace imposible que podamos ignorarlo.

La Cenicienta de Disney, estrenada en 1950, es la principal responsable de la imagen que tenemos aún hoy de las princesas, una imagen a en la que también tienen mucho que decir otros personajes de Disney como Blancanieves o La Sirenita. Pero no hay que olvidar que el origen de estos personajes se encuentra en el mundo de las letras.

Cenicienta, en realidad, nació de la mano de Charles Perrault en 1697. El escritor francés también es quien nos trajo los relatos más conocidos de Pulgarcito, Barba Azul, La bella durmiente o Caperucita Roja, entre otros muchos relatos de fantasía.

Es evidente que la versión de Disney es la más conocida, pero hay otras cintas que también han calado hondo en el imaginario de la sociedad. Por ejemplo, la adaptación dirigida por Kenneth Branagh protagonizada por Lily James, la muy recordada princesa llevada a la pantalla por Hilary Duff o la que interpretó Anne Hathaway (aunque esta era una versión muchísimo más libre).La continúa con otros nombres como Selena Gomez, queinterpretó a una Cenicienta muy descafeinada en la película Una Cenicienta moderna.

¿Será la película protagonizada por Camila Cabello tan recordada como las primeras o será una versión más al estilo de la poco afortunada de Selena Gomez?

¿Cómo es la 'Cenicienta' de Camila Cabello?

Camila Cabello no busca en esta Cenicienta un príncipe azul, sino alcanzar su sueño y convertirse en la dueña de su propia tienda de moda. Cenicienta quiere independencia por los cuatro costados, dejando en un segundo plano todo lo que esté relacionado con el deseado príncipe al que estábamos acostumbrados.

Su versión de Cenicienta busca calzar y seducir a las nuevas generaciones, lejos de los estereotipos más arcaicos (y rancios) de las versiones anteriores. Se acabó eso de la fragilidad femenina y la búsqueda del amor. Además, todos los personajes destilan tonos grises, en especial la madrastra (Idina Menzel), que no es tan mala como parece.

El hada madrina también sorprende en esta nueva mirada que ofrece Kay Cannon, la directora del filme, interpretada aquí por el cantante y actor Billy Porter. La pena es que la película plantea giros y vueltas de tuerca pero no profundiza en ellos ofreciendo solo un primer vistazo de la revolución que prometía inicialmente.

Como otras nuevas adaptaciones cinematográficas busca escapar del clásico blanco y negro para salir de la comodidad y encontrar los matices que hay en medio. Lamentablemente, esta versión no lo consigue y, apenas, escarba en la superficialidad de unos personajes que podrían haber dado mucho más de sí.

Otras propuestas similares, como Cruella o Maléfica, dan en la tecla construyendo a sus protagonistas, pero la directora Kay Cannon se queda lejos cuando le toca dar vida a los malos de Cenicienta. Ni siquiera la presencia de Pierce Brosnan salva la película, donde la única luz que brilla es la de Camilla Cabello. Su rostro y su carisma musical son los únicos reclamos para ver la enésima reencarnación del clásico.

Puntuación final: 4/10