La historia de Mónica Cervera, la actriz española que ha pasado de optar al Goya a vivir en la indigencia
Ser un actor de éxito no es tan sencillo como parece y muchos terminan abandonando, siendo este el caso de Mónica Cervera, una artista de Marbella que alcanzó la cima en 2004 con una nominación a los Premios Goya y actualmente vive en la indigencia en un banco de un parque.
¿Alguien se imagina a una actriz nominada a los Premios Goya acabar viviendo en el banco de un parque? Esta es la historia de Mónica Cervera, una artista muy popular a principios de los 2000 que poco a poco se fue apagando y actualmente no quiere saber nada de la televisión ni la prensa.
A sus 48 años, la pudimos ver por primera vez en el cortometraje Hongos (1999) y en la serie Manos a la obra (2001) durante doce episodios. Las alfombras rojas la conocían y la adoraban, especialmente en 2004 cuando interpretó a Lourdes en la comedia Crimen ferpecto de Álex de la Iglesia.
Este papel le dio notoriedad y una nominación a los Premios Goya como Mejor actriz revelación, estatuilla que terminó llevándose Belén Rueda por Mar adentro.
Ha participado en otras películas y series como 20 centímetros o Con dos tacones y una de sus apariciones más recientes fue en La que se avecina, interpretando a María José Rivas, la hermana de Amador Rivas (Pablo Chiapella) durante tres episodios entre 2013 y 2016.
Tras esto, le perdimos el rastro a excepción de sus papeles en las obras de teatro 80 Metros Cúbicos (2013) y La mujer que llegaba a las seis (2015).
Mónica Cervera vive en la indigencia
Han sido muchos quiénes han intentado encontrarla y lo ha logrado la revista Semana, que ha publicado que actualmente vive en la indigencia, reniega de su pasado como actriz y duerme en un parque de Marbella. No quiere rendir cuentas a nadie y ha decidido ella misma su futuro. Tiene familia que le ha ofrecido quedarse en su casa, pero ella ha preferido estar en la calle.
"Me tienen que respetar. Quiero que me dejen en paz y vivir como yo he elegido vivir", ha dicho, confesando que nunca jamás regresará a la pantalla: "No quiero que me nombren la palabra televisión ni cine. Estuve ahí en su día, pero no quiero volver nunca. Estoy bien como estoy, no quiero hablar de ese pasado".
Sus únicas pertenencias son una mochila y una bolsa con su ropa y se gana la vida pidiendo dinero en un semáforo de su Marbella natal y ha expresado que "no necesita nada de nadie".
Ser actor no es una profesión sencilla y son muchos los artistas que lo han confesado.