El lado más personal de JA Bayona: su pareja, su hermano gemelo y su opinión sobre llorar en el cine

Cuando desde el escenario de la Feria de Valladolid se leyó el nombre de Juan Antonio Bayona como ganador del Goya a Mejor director, el cineasta barcelonés no dudó en girarse y dar un apasionado beso a su pareja, Alejandro Navas que, sentado junto a él, también vivió con gran emoción la noche en la que La sociedad de la nieve arrasó con 12 premios.

Navas, de 27 años —tiene 21 años menos que el director—, también reflejaba en su rostro la felicidad por el premio conseguido, por amor y porque tiene una gran vinculación profesional con la película, pues formó parte del equipo de vestuario, como coordinador. En su cuenta de Instagram dio buena cuenta del intenso y largo trabajo recreando la odisea de los supervivientes en Los Andes.

El joven alicantino, que estudió en la Escuela de Arte y Diseño Superior de Valencia, también ha formado parte de otros proyectos audiovisuales como las series The Crown, La Mesías o Dr Death. Su vida, como asegura en sus redes sociales, transcurre de rodaje en rodaje y por eso etiqueta sus publicaciones con el hashtag #vivirrodando.

Ese beso —ojalá se repita con el Oscar a la Mejor película internacional— se hizo viral en redes sociales y el director, que siempre se ha mostrado muy discreto con su vida sentimental, intentó restarle importancia y vivirlo con naturalidad : “Es un gesto que para mí forma parte de la normalidad".

Una gala con muchas lágrimas

Pero, además del beso, la gran gala del cine español celebrada el pasado 10 de febrero nos mostró el lado más emocional y sensible del director de El Orfanato. Las lágrimas se le saltaron cada vez que La sociedad de la nieve recogía un Goya, pero hubo momentos en los que directamente no se pudo reprimir y rompió a llorar.

Lo hizo cuando Matías Recalt recogió el premio como Mejor actor revelación por su papel en la cinta del director español y recordó a su padre fallecido semanas antes del rodaje. También se dirigió a Bayona para agradecerle la oportunidad: "A J. Bayona, gracias. No sé qué hago acá, estoy flasheando, diría un argentino".

Y lloró, y mucho, cuando recogió el Goya a la Mejor película y tuvo que interrumpir varias veces su emocionado discurso: “Mi casa es el cine español. Estoy muy orgulloso de formar esta familia y estoy feliz de que hagáis este éxito también el vuestro porque creo en el cine español”.

Con esas lágrimas y con las que intenta provocar con sus películas, Bayona también quiere dar naturalidad a las emociones y a llorar. “No hay que tener miedo a llorar en el cine. Entre otras cosas, porque es terapeútico”, afirmaba cuando estrenó en 2016 el drama Un monstruo viene a verme. Y de nuevo lo ha vuelto a reivindicar con el estreno de la historia de La sociedad de la nieve, en el que además ha querido desmontar estereotipos: “Eso me gustaba mucho, porque desarticulaba el discurso de siempre de las películas donde los héroes son personajes muy fuertes. No: los héroes tienen que aprender a llorar y a dejarse cuidar, porque si no, no llegas”.

Muy unido a su hermano gemelo

Durante la noche de los Goya, además de mostrar complicidad con su pareja, también tuvo un sentido recuerdo para su padres al recoger el premio a la Mejor dirección. En ese momento desveló que su madre acababa de salir del hospital, y a ella y a su padre les dedicó el premio.

Sus padres, inmigrantes andaluces en Cataluña, son uno de los pilares fundamentales de Juan Antonio Bayona, como también lo es su hermano gemelo, Carlos. "En el parto le dijeron: vamos a por el segundo. Y claro, ella dijo: ¿qué segundo? Y sí, ahí salí yo, que no me movía mucho", contaba el cineasta en una entrevista sobre lo inesperado de su nacimiento.

Además, como casi idénticos que son, los hermanos han aprovechado esas circunstancias en alguna otra ocasión y Carlos ha reconocido haber llegado a suplantar a Juan Antonio. Incluso contó que una noche estuvo durante horas recibiendo felicitaciones por El orfanato.

Los hermanos, además de compartir genética, también tienen en común su vena creativa. Carlos Bayona es productor musical y DJ, y juntos crearon la productora Películas La Trini, un homenaje a Trinitat Vella, al barrio barcelonés en el que crecieron.

Además, el gemelo ha colaborado con el director en algunas de sus películas. La última, La sociedad de la nieve, pero no en su faceta musical, sino delante de las cámaras. El gemelo del director interpreta en la aclamada cinta el papel de piloto de helicóptero que rescata a los protagonistas.