El lado más personal de Nathalie Poza: más de nueve años comprometida, pasión por los gatos y un director que la acosó sexualmente
Nathalie Poza lleva más de media vida delante de las cámaras. La actriz de 50 años debutó en 1995 y desde entonces no ha parado de trabajar. Ha sido seis veces nominada al Goya y tiene dos cabezones en casa. Comprometida con el maltrato animal y con la lucha feminista, la intérprete fue víctima del acoso sexual durante un rodaje.
Nathalie Poza lleva más de media vida delante de las cámaras. La actriz de 50 años empezó como profesora de Médico de familia en 1995. Fue su primera serie a la que siguieron otras como Policías, en el corazón de la calle; Hispania, la leyenda o La catedral del mar. Ahora presenta la segunda temporada de La unidad, en la que comparte pantalla con el actor Luis Zahera.
El salto al cine lo dio en 2002 y un año más tarde, en 2003, recibió su primera nominación al Goya por Días de fútbol. Nathalie Poza ha optado seis veces al cabezón y tiene dos en su casa. El primero lo ganó en 2017 a Mejor actriz por No sé decir adiós y el segundo en 2021 a Mejor actriz de reparto por La boda de Rosa.
"Este oficio me ha salvado la vida. Si no me hubiera agarrado a esto no sé qué hubiera sido de mí", dijo al recoger su primer Goya. La intérprete defiende que es importante estar en "el deseo de hacer algo que verdaderamente te gusta para poder vivir".
La lucha de Nathalie Poza contra la anorexia
Antes de llegar hasta aquí, Nathalie Poza se ha enfrentado a duros episodios. Siendo joven sufrió un trastorno alimenticio.
"He pasado etapas muy desnortada, y de adolescente tuve trastornos alimentarios muy fuertes. Se puso de moda vomitar y, aunque estaba monísima, me veía siempre muy gorda. Me he castigado mucho por la anorexia durante muchos años", contó en una entrevista con el XL Semanal.
Para Nathalie Poza "no hay nada más terrible que un productor te pida que adelgaces cinco kilos" porque ahí "empiezas a no cenar". "Eso me pasó a mí, que ya tenía algo torcido dentro, pero la realidad es que ese señor existía y que hoy sigue trabajando. No sé qué le dirá ahora a sus actrices, pero es terrible que alguien que te está dando trabajo o que parece que cree en tu talento te diga eso de 'qué bien lo haces, pero ya si perdieses tres o cuatro kilos…' cuando, además, no tiene ningún sentido", contó en un encuentro con Ethic en diciembre de 2020.
"Si un señor te dice que adelgaces, pregúntale si tu personaje tiene algún tipo de trastorno alimenticio. Eso es lo que tendríamos que hacer, y no irnos a casa hechas polvo", sentenció en esa misma entrevista.
Víctima de acoso sexual
Otro director le hizo enfrentarse a un duro episodio de acoso sexual.
"Es verdad lo del silencio", dijo en una entrevista en El Mundo al hablar sobre el machismo en la industria. "Te das cuenta de que en el momento en el que te pasa, no lo cuentas y te quedas callada. Es muy curioso. A mí me pasó durante un corto, en el ensayo. El director me pidió una serie de ejercicios que nunca hice, por supuesto. Me marché y no rodé el corto. Creo que ese director ya no trabaja, evidentemente. Es gente que se fagocita a sí misma", explicó la actriz.
"Me di cuenta de que estaba él induciéndome a hacer algo para su propio... Pero ni siquiera tuve la reflexión. Lo dejé pasar y pasé página", contó Nathalie Poza, a la que el director le indujo a tocarse recordando algún amor.
La entrevista sirvió a Nathalie Poza para hacer una reflexión en alto: "Las mujeres pensamos que hay cosas que te pueden pasar... Es algo cultural. Algo bestia nunca me ha pasado, porque tengo muy mala leche. Pero todas sí que hemos vivido situaciones en las que, de alguna manera, tienes que marcar distancia o dejando claro que tú no eres ese tipo de mujer. Eso pasa en todas las profesiones. Eso me lo contó mi madre, que era francesa. Cuando llegó a España, vivió situaciones indecentes".
Su madre era directivo en una empresa de seguros y era la única mujer. "Me decía que, por ser mujer, parecía que un hombre te podía meter la mano en el bolsillo. Estas conversaciones ahora salen más entre mujeres y hay que dar por sentado que no es normal que sucedan determinadas cosas. No es normal que haya que decirle a un señor que va en el metro: 'Siéntese bien y no me toque'. Hace poco, en un rodaje, escuché a un director decir un improperio machista a un actriz. La gente se reía, porque era en clave de humor. Luego te dicen: 'No seas cerrada'. O 'aquí está la feminista'. Eso se oye, eh. El 'ya vino la feminista' está todavía arraigado en el lenguaje masculino y, muchas veces, también femenino", denunció la actriz, que también vivió un episodio incómodo con un fisioterapeuta.
"De repente, te dice que pongas una postura muy rara. Le dices que no es en esa zona y le dices que mejor te vas. Pero te vas y no se lo dices a nadie. Me acuerdo que, entonces, yo estaba de gira con Animalario y no se lo dije a mis compañeros", contó.
Comprometida pero sin boda
Al hablar de Nathalie Poza muchos recuerdan su relación con el actor Gonzalo de Castro, que fue su pareja hasta 2008. Estuvieron juntos cinco años.
Varios años después empezó su relación con el que ahora es su prometido. Nathalie Poza contó en 2020 que llevaba tiempo comprometida pero no se atrevía a pasar por el altar.
"Han pasado ocho años para desgracia de mi pareja, que se queja de que le he engañado. Tengo el anillo, pero no me he casado. Lo que me da miedo precisamente es la ceremonia", contó con motivo de la promoción de la película La boda de Rosa.
Su novio es el diseñador industrial Nando Abril.
La pasión por los gatos de Nathalie Poza
Nathalie Poza es una actriz comprometida con numerosas causas, y la lucha por los derechos de los animales es otra de ellas.
Así, este verano protagonizó junto a otras ocho intérpretes el corto Nos miran, un trabajo contra Vivotecnia que dejaba al descubierto el terrible infierno al que someten a los animales.
Además es una amante de los gatos. Nathalie Poza vive con dos gatos de los que dicen forman parte de su familia. "No me gusta el término mascota, porque parece un peluche, un juguete. Ni siquiera me gusta que se les llame animales de compañía. No están para hacerte compañía, son un miembro de la familia", contó a Mujer Hoy al referirse a ellos.
Kai y Sputnik son los nombres de sus gatos. "Sputnik fue el primero que tuvimos y es el nombre que se dio a los cohetes. Kai tiene dos significados: en hawaiano significa océano; en japonés, compañero, es un nombre cortito que se les pone a los niños en Hawái. Tiene los ojos muy azules", explicó al contar su historia.