Maribel Verdú, de cerca: más de 25 años con Pedro Larrañaga, un amor cuestionado por la diferencia de edad y su relación con la reina
Es una de las actrices más prolíficas y reconocidas de nuestro cine y este sábado 8 de febrero presenta junto a Leonor Watling la ceremonia de entrega de los Premios Goya. A Maribel Verdú el éxito le sobrevino cuando apenas era una adolescente pero ha sabido compaginar con maestría su actividad pública y su vida privada. Fuera de los sets y platós son su marido Pedro Larrañaga, sus amigos –entre los que parece incluirse la reina Letizia— y sus hermanas gemelas.
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Su padre era vendedor de coches y ella siempre quiso ser piloto de rallies, pero la realidad es que desde que era una niña su talento delante de la cámara la guio por otro camino, el de la interpretación.
Cuatro películas fueron suficientes para convertir a Maribel Verdú en una de las actrices más cotizadas y admiradas: 27 horas, de Montxo Armendáriz, donde interpretaba a una adolescente drogadicta; La estanquera de Vallecas, de Eloy de la Iglesia; El año de las luces, de Fernando Trueba; y Amantes, de Vicente Aranda, que marcó un punto de inflexión en su carrera.
Verdú no había cumplido los 25 y ya había era una las actrices más codiciadas del cine y la televisión: había trabajado con los mejores directores —aunque nunca ha rodado a las órdenes de Pedro Almodóvar— y actores de este país, y podía presumir de Oscar gracias a Belle Époque, de Fernando Trueba, que fue premiada como Mejor película de habla no inglesa, de la que también formaba parte del elenco Penélope Cruz.
El currículum de Maribel Verdú es uno de los más prolíficos de la historia del cine español y, además de dos dos Premios Goya como Mejor actriz por Siete mesas de billar francés (2007) y Blancanieves (2012), tiene el Premio Nacional de Cinematografía en España y es la única actriz española galardonada con el Premio Ariel en México por El laberinto del fauno.
Precisamente su papel en esta última película, dirigida por Guillermo del Toro le abrió las puertas de Hollywood, aunque, como le confesó a Pablo Motos, cuando la llaman de fuera “me hago pequeña y siempre digo que no". Aún así, aplaudidas han sido sus interpretaciones en Tetro, de Francis Ford Coppola, y The Flash, de Andy Muschietti, donde dio vida a la madre del superhéroe.
Pero fuera de platós, sets y promociones, Maribel Verdú, aunque se ha mostrado siempre hermética con su intimidad, ha estado rodeada de compañeros de profesión con los que comparte algo más que trabajo. Ariadna Gil, Jorge Sanz, Natalia Verbeke, Aura Garrido, Pilar Castro, Emma Suárez, Carmen Ruiz... forman parte de su círculo de amigos íntimos.
A ellos se une Aitana Sánchez-Gijón a la que, por expreso deseo de la actriz de Un paseo por las nubes, Maribel entregará el Goya de Honor 2025 en la gala que presentará junto a Leonor Watling. “No puedo sentirme más feliz por ella. Por lo que significa. Por lo que merece. Porque a veces la vida se porta como tiene que portarse con la gente que lleva tanto tiempo dando lo mejor y con la mayor honestidad”, escribía en Instagram cuando se conoció la noticia.
La prensa del corazón asegura que la actriz también forma parte del círculo personal de la reina Letizia, con la que ha coincidido en actos públicos y han mostrado cierta complicidad, pero también, según cuentan, en fiestas y encuentros privados.
De un amor prohibido al amor de su vida
Maribel Verdú fue y es una de las mujeres más admiradas, deseadas y respetadas periodísticamente, y de su intimidad pocos detalles trascendieron en aquellos primeros años de éxito. De su vida sentimental, poco ha trascendido, más allá de que cuando tenía 17 años mantuvo un romance con el director de cine Antonio Giménez-Rico, que por aquel entonces tenía 50 años, y que la dirigió en las películas Soldadito español y Tres palabras. Aunque ellos mantuvieron un perfil bajo cuando estuvieron juntos, lo cierto es que esa relación fue objeto de críticas y censura por la diferencia de edad entre ellos.
Cuando terminó esa relación se la relacionó con Cayetano Martínez de Irujo y con el tenista Emilio Sánchez Vicario, historias que nunca fueron confirmadas por los protagonistas. Después se enamoró del operador de cámara Pablo Hernández, con el que convivió durante varios años.
La protagonista de Blancanieves le aseguraba a Jesús Calleja en su programa que fue su decisión de no ser madre el motivo que le llevó a terminar otras relaciones: “Sabía que tenían fecha de caducidad, porque ellos querían tener hijos y yo no”.
Respecto a este tema, la maternidad, la actriz siempre se ha mostrado especialmente molesta cuando se le preguntaba por ello: "Quieren saber si tendré un hijo antes de cómo estoy".
Maribel Verdú ha terminado convirtiéndose en abanderada del derecho de las mujeres a renunciar a la maternidad e incluso participó en el libro No Madres de la periodista María Fernández Miranda, que reunía el testimonio de mujeres conocidas que no habían tenido hijos por diferentes motivos. "Yo desde que era muy pequeña he tenido claro que no quería llevar una vida convencional. Que no quería casarme, ni tener hijos, ni ir el fin de semana a los centros comerciales, de hacer la vida que quizá he tenido a mi alrededor. Y tú haces, o lo que has tenido al lado o todo lo contrario. Y yo he salido de querer hacer todo lo contrario a lo que he vivido. Y cómo me va a costar si es lo que he elegido, me costaría llevar ese otro tipo de vida, se me abrirían las carnes", confesó en una entrevista.
Y sí, se casó con Pedro Larrañaga
"Es la persona que hace que la vida sea mejor, más fácil, más divertida y más de verdad. Es mi marido, mi cómplice, mi mejor amigo, mi amante", aseguraba Maribel Verdú sobre Pedro Larrañaga, su gran amor y con el que en 2024 cumplió 25 años de feliz matrimonio, aniversario que celebraron por todo lo alto con amigos y familiares.
Se conocieron cuando los presentó Luis Merlo, hermano de Pedro Larrañaga, con el que la protagonista de Y tu mamá también compartía rodaje en Canguros.
Maribel leyó un guion escrito por Pedro y se enamoró de uno de esos personajes y él, por supuesto, la fichó para ese proyecto. Se casaron seis meses después —celebran el aniversario el 8 de marzo— en una ceremonia íntima con 125 invitados que tuvo lugar en La Moraleja (Madrid).
Y aunque no ha sido madre, sí que es ‘abuela’. Antes que con ella, el productor teatral estuvo casado con Silvia Leblanc, hija del actor Antonio Leblanc, con la que tuvo un hijo que le hizo abuelo en 2011.
“Conocer a mi marido es lo mejor que me ha ocurrido en la vida. El secreto de lo nuestro es muy claro: querernos, respetarnos, admirarnos, que no exista rivalidad entre nosotros, reírnos a todas horas... y algo muy importante, el sexo, porque si no nos entendiéramos en la cama, nos convertiríamos en amigos”, relataba en una entrevista a Diez Minutos. Aunque, para ella, el verdadero secreto de esa relación es cumplir el pacto que definieron desde el principio: no pasar más de quince días sin verse, estén donde estén cada uno.
Sus hermanas, #tresenuna en los peores momentos
Maribel Verdú no se prodiga mucho en fiestas o presentaciones, más allá de lo que su trabajo obliga. Es de las que prefiere disfrutar de su tiempo en la intimidad, con sus amigos y su familia. “Yo siempre estoy al lado de mi gente, son los que me sostienen y bueno, una cosa es el trabajo y otra tu vida privada, yo sé compaginarlo perfectamente, llevo muchos años haciéndolo", ha asegurado siempre la intérprete.
Y en ese círculo íntimo de Verdú, dos personas son imprescindibles, sus hermanas pequeñas: Carlota y Marina. Junto a las simpáticas gemelas forma un trío inseparable.
Las tres disfrutan de escapadas, planes y viajes, pero también se apoyan en los malos momentos, como el que le tocó afrontar a Marina en 2024, después de ser diagnosticada de cáncer.
“En la primera foto, nada sabíamos. Después, todo cambió. Y nunca, en toda mi vida, me he sentido tan feliz de entregarme en cuerpo y alma a mis amores, a mis hermanas. A las personitas que me han demostrado que juntas todo es mejor. Que detrás de cada sonrisa tapábamos el dolor; que las lágrimas, el humor y la entrega no nos han quitado el miedo, pero nos han ayudado a priorizar, a saber qué vale realmente la pena y quiénes merecen nuestros corazones. Gracias a quienes habéis estado a nuestro lado”, reflexionaba emocionada Maribel después del duro año al que habían hecho frente.