Omar Montes cuenta su momento más surrealista como socorrista: "Cuando me saqué la chorra hubieron unos segundos tensos"
Omar Montes ha explicado una curiosa anécdota enEl Hormiguero de cuando trabajaba como socorrista en una piscina. Uno de los bañistas acudió a él porque le había picado una avispa en el pie y el joven no se lo pensó dos veces para "salvarle la vida".
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Omar Montes ha visitado el plató de El Hormiguero para presentar su libro Mi vida mártir, donde habla de su vida hasta convertirse en la estrella de la música que es hoy en día.
El artista ha derrochado la simpatía y la espontaneidad que le caracteriza y no ha dudado en explicar divertidas anécdotas que se recogen en sus memorias.
Pablo Motos se sorprendió de que Omar haya publicado unas memorias con tan sólo 33 años, pero el de Pan Bendito tiene respuesta para todo: "¿Sabes qué pasa? Que yo vengo de pasarlo mal. Un año mío es un año perruno, es como siete años de un perro. Ahora mismo, perrunamente, tendría unos 70 años. Entonces, me da para escribir dos libros".
Bromas aparte, Omar explicó que de pequeño sufrió bullying: "Me llamaban gordo, moro, orejón....", incluso reveló que tenía que ir al colegio con dos meriendas porque otro niño se la robaba cada día. Eso sí, años más tarde se tomó la venganza por su mano: "Le dimos una mala tarde".
El remedio de Omar Montes para las picaduras de avispa
Pablo Motos le ha pedido a Omar que explicase una de las historias que narra en Mi vida mártir, sobre una curiosa anécdota que le ocurrió cuando trabajó de socorrista.
El cantante ha explicado que vino a pedirle ayuda un hombre al que le había picado una avispa en el pie y no podía andar. Omar recordó un remedio que había aprendido de su abuelo, presente en el plató, para aliviar las picaduras de avispa: mear encima de la inflamación.
Sin pensárselo dos veces, Omar se llevó al hombre a un cuartito donde él "se comía el bocadillo" y le hizo poner el pie sobre una mesa. "No te voy a negar que cuando saqué la chorra hubo unos segundos tensos entre él y yo", explicó Montes muy divertido.
Y a pesar de lo incómodo de la situación, parece que esta historia terminó bien: "Se llama Germán y fue por salvarle la vida y lo volvería a hacer".