Saúl Craviotto: su mujer, sus hijas y sus trabajos antes de ser medallista de los Juegos Olímpicos

Saúl Craviotto, además de ser el deportista español con más medallas olímpicas junto a David Cal, es uno de los rostros del deporte más mediáticos.

El catalán ha posicionado el piragüismo en la élite internacional llevando por bandera España, y a sus casi 40 años vuelve a competir en Los Juegos Olímpicos de París 2024.

Desde que a los 15 años decidiera dejar Lleida para instalarse en Madrid y cumplir su sueño olímpico, Craviotto no ha dejado de conquistar grandes éxitos.

Pero, al margen de su carrera como piragüista, Saúl Craviotto es de esas personas que cuentan con una vida profesional y personal muy completas.

Una familia numerosa

Saúl Craviotto nació en el seno de una familia numerosa, siendo él el tercer hijo de Manuel y Emma. Fue gracias a su padre por lo que el catalán sintió desde bien pronto pasión por el agua, pues Manuel también se inició en el piragüismo.

El piragüista siempre ha sido un gran aficionado del deporte, y desde bien pequeño pedía una bicicleta a los Reyes Magos, o practicaba kárate y jugaba al fútbol. Por ello, con 15 años ingresó en el centro de alto rendimiento Residencia Joaquín Blume.

Electricista y Policía Nacional

Aunque ahora triunfa como piragüista, Saúl Craviotto también ha tenido espacio en su vida profesional para otros trabajos. Fue criado en la cultura del esfuerzo desde pequeño por vivir de cerca el restaurante leonés de su abuelo en Lleida, donde trabajaba su madre como cocinera.

Además, el deportista trabajó junto a su padre durante un año como electricista autónomo, mientras estudiaba las oposiciones para el cuerpo de Policía Nacional.

Aunque gracias a su éxito en el piragüismo dejó apartada su profesión como agente de la autoridad, durante la pandemia por el Covid el catalán volvió a patrullar las calles para ayudar en todo lo posible.

Su talento en la cocina

Probablemente lo que hizo más mediático y cercano a Craviotto fue su participación en MasterChef Celebrity en 2017, donde fue proclamado ganador de la primera edición.

El deportista conquistó tanto por su forma de ser como por su talento en la cocina, donde la disciplina en la que se ha instruido desde bien joven fue el ingrediente principal para lograr la victoria. De hecho, él mismo ha reconocido que mucha gente lo reconoce por la calle por esta faceta, y no por la de deportista olímpico.

Esta fama le ha permitido abrirse paso en otro sector: el de la moda. Y es que el de Lleida comenzó tras el concurso una carrera como modelo, pero también ha publicado un libro llamado Cuatro años para 32 segundos. Ademñas, también ha trabajado como presentador.

Un matrimonio de más de una década

Saúl vive en Asturias, donde se casó en 2013 con Celia García Álvarez, una arquitecta, diseñadora y nutricionista a la que pidió matrimonio tras ganar la medalla de plata en Londres 2012.

Sin duda, su mujer es el mayor apoyo para el deportista. Con ella ha tenido a sus tres hijas, Valentina, Alejandra y Olivia, formando así su propia familia numerosa. Por ellas ha pensado alguna vez en retirarse, pero de momento el piragüista sigue paleando.