Un atleta pone a prueba las camas antisexo de Tokio: ¿se rompen o no?
Las camas de cartón que el Comité Olímpico Internacional ha facilitado a los atletas que participan en las Olimpiadas de Tokio han causado tanto revuelo que uno de los deportistas se ha grabado saltando sobre una de ellas para comprobar su resistencia. ¿Se romperán?
El Comité Olímpico Internacional quería evitar que los atletas mantuvieran relaciones entre sí para reducir las posibilidades de propagación del coronavirus. Un protocolo de seguridad sanitario que, unido al deseo de utilizar productos reciclables, desencadenó que las camas de los atletas que participan en las Olimpiadas de Tokio estuviesen fabricadas de cartón duro.
Se trata de 18 mil camas construidas a partir de un material de cartón duro que, según la organización, podrían deshacerse al realizar movimientos muy bruscos sobre ellas. Aunque están diseñadas para aguantar 200 kilos, el director general de la Villa Olímpica, Takashi Kitajima, matizaba que estando una persona recostada sobre ella "deberían ser lo suficientemente sólidas para soportar la carga". Así, descartaban la posibilidad de que dos personas se tumbasen sobre ella.
El tema ha conseguido tanta repercusión que un atleta irlandés se ha decidido a probarlo. Rhys McClenaghan, gimnasta que ya se encuentra en la Villa Olímpica de Tokio, se grabó a sí mismo saltando sobre la superficie de la cama para demostrar si tenía resistencia o no.
Aunque es evidente que McClenaghan no pesa los 200 kilos que aguanta la cama, sus saltos y pisadas podrían haber provocado que la cama se desmontase, algo que no ha sucedido. Así, queda claro que las bautizadas como "camas antisexo" no lo son tanto.
"Fake new" (noticia falsa), exclama el joven al final del vídeo.