Destrozan un chalé en una noche en una fiesta salvaje en Torrelodones
Marta de Esteban alquiló su chalé en Torredolones a través de Airbnb por primera vez el pasado 6 de abril. Lo que parecía que iba a ser una velada tranquila para un par de parejas, se convirtió en una fiesta en la que se calcula que hubieron entre 100 y 200 personas destrozando por completo la vivienda.
Son muchas las personas que para ganar un dinero extra ofrecen su vivienda a través de Airbnb. La plataforma recoge todos los datos personales tanto de los huéspedes como de los anfitriones, para que en el caso de que haya algún incidente poder solventarlo rápidamente.
Pero lo que ha ocurrido en un chalé de Torredolones no se lo podía esperar ni la empresa de alojamientos ni mucho menos su propietaria Marta de Esteban. Tal como ha explicado a El Confidencial, era la primera vez que alquilaba su chalé de Torredolones, de más de 386 metros cuadrados en una finca con piscina y decorada con un cuidado mobiliario repleto de antigüedades.
La reserva estaba hecha a nombre de Iván, un joven universitario de Las Rozas que explicó que quería disfrutar de la vivienda con su novia y otra pareja más. Además, se vieron previamente con Marta para enseñarle la casa: "Cuando vinieron, les enseñé la casa y tenían pinta de buenos chicos. Aun así, viendo su edad, les advertí de que no hiciesen fiestas y me dijeron que no me preocupase", declaró a El Confidencial.
Pero la cosa empezó a torcerse cuando recibió un mensaje más tarde a través de la plataforma que le decía "perdona por haberte mentido antes es que no se me ha dado un poco de vergüenza. La verdad es que si teníamos pensado que viniesen algunos amigos, pero todavía no lo sabemos. En el caso en el que vengan no te preocupes van a traer vasos de plástico, no vamos a dejar que ninguno esté fuera para que no moleste y vamos a cuidar mucho la casa, no te preocupes".
Lo que pasó después, tal como dice la propietaria, nunca sabrá si se les fue de las manos o le habían mentido desde el principio: suciedad por todas partes, un tapiz rajado, los pomos de las puertas reventados, un lavabo roto a botellazos, heces debajo de una alfombrilla en un bidé, semén goteando de un grifo, restos de droga por todas partes y colillas y vasos entre los setos y hasta dentro de los radiadores.
Puedes ver el resto de las fotos de los destrozos en la web de El Confidencial
Un verdadero desastre que le ha costado a Marta 1,718 solo en limpieza sin contar el mobiliario roto y todos los desperfectos en suelos y paredes, además del invernadero destrozado. Luis Torre, el perito que ha tasado los daños, calcula que en la fiesta podrían haber estado entre 100 y 200 personas y que los destrozos se sitúan en los 12.000 euros "por lo bajo".
Por su parte, la propietaria ha denunciado el caso a la Guardia Civil y ha abierto un expediente de reclamación con Airbnb, que según El Confidencial ha suspendido al huésped y están ayudando a Marta "dándole apoyo en base a nuestro Programa de Garantías al Anfitrión".