Estas fresas no son rojas, aunque te lo parezcan
No es la primera vez que se nos queda cara de póker cuando nos dicen que algo que vemos no es exactamente como pensábamos y nos lo demuestran. Pues bien, el último caso lo tenemos en esta ilusión óptica del psicólogo Akiyoshi Kitaoka, en la que nos muestra un suculento postre de nata con fresas que en realidad no son rojas, por mucho que nos empeñemos en verlas así.
“Las fresas parecen más o menos rojas, pero esta imagen no incluye píxeles rojos”, asegura Kitaoka en Facebook. El responsable de este autoengaño es una característica de la visión que se conoce con el nombre de “constancia del color”, que nos permite que los objetos mantengan una apariencia cromática constante aunque cambie la fuente de luz. Y es que nuestro cerebro aprende a corregir el tono de color de los objetos que conocemos, aunque suponga mostrarnos una imagen irreal.
Este efecto no nos es desconocido, ya nos pasó con el vestido que cambiaba de color dependiendo de quién lo viera:
O los cuadrados A y B de este tablero, que siendo del mismo tono exacto, nos parecen diferentes:
Y la solución: