Un joven ofrece un cigarrillo a un 'sin techo' y descubre que es su hermano
Un exmilitar paseaba por la calle cuando ofreció a un mendigo uno de sus cigarrillos. Comenzaron a hablar y al poco tiempo se dio cuenta de que ese hombre era en realidad su hermano, al que no veía desde que era un bebé. Ambos se separaron hace casi tres décadas por problemas familiares.
Roy Aspinall tiene 36 años y es un ex militar del Regimiento de Queens Lancashire, en Inglaterra. Tiene 36 años, es padre de seis hijos y lo que seguro que no se esperaba a estas alturas era encontrar (y por casualidad) a su hermano, del que le separaron al nacer.
El ex militar salía de un servicio por el 'Domingo del Recuerdo' cuando se topó con un 'sin techo' cuyo rostro le resultaba muy familiar. Se acercó a él, le ofreció un cigarro y comenzaron a charlar.
Fue así como Roy se dio cuenta de que acababa de encontrar, después de casi de 30 años, a Billy White, el hermano del que fue separado cuando ambos eran bebés.
"Fui a ofrecerle un cigarrillo para empezar una conversación y en un momento dado le pregunté si se llamaba William, me dijo que sí pero que le llamaban Billy. No podía parar de llorar cuando encajamos toda la historia. Sólo le dije que cogiera sus cosas y viniera conmigo", asegura Roy.
Tanto Roy como Billy son hijos de Lorraine White. Sin embargo, no pudieron criarse juntos. Los problemas familiares obligaron a Roy a criarse con su tía, mientras que Billy siguió con su madre. Roy creció pensando que su tía era su madre y por lo tanto, también que sus primos eran sus hermanos. Lorraine murió y Billy se quedó huérfano con solo 10 años, a cargo de los servicios sociales. Después, la calle se convirtió en su hogar.
"Hablamos sin parar todo el tiempo, pero tenemos el resto de nuestras vidas para conocernos", cuenta Billy, que se ha mudado con Roy para intentar recuperar algo de tiempo perdido. Llevaban casi una década sin verse ni saber el uno del otro. Solo Roy recuerda haber visto a su hermano cuando era un bebé en casa de un familiar.
"Cuando le pregunté si quería café me dijo que quería café con leche con dos de azúcar, que es justo lo que yo suelo tomar", explica Roy, emocionado por haber encontrado a su hermano perdido.
"Decir que tengo un hermano me suena muy extraño, pero es un sentimiento de felicidad, nada de lágrimas. ¡No se va a librar de mí nunca más!", exclama Roy.