Ana Locking repasa el uso de los colores en la moda y la lucha feminista
La experta en moda hace un recorrido histórico por el empleo del movimiento feminista de diferentes colores para reivindicar su lucha.
Como ha explicado Ana Locking, la asociación del movimiento feminista con el color morado se debe a un trágico suceso vivido a principios del siglo XX en Nueva York.
Se trata incendio en una fábrica textil en el que sus empleadas murieron abrasadas, que incluso vivían encerradas en la propia factoría bajo condiciones miserables, fue una de los primeros episodios de lucha obrera feminista.
Según cuenta la experta, como en ese momento las empleadas estaban fabricando camisas moradas, el humo que se proyectaba por Manhattan era del mismo color, quedando ligado para siempre ese tono con “la causa obrera feminista”.
Sin embargo, estos no son los únicos colores asociados al feminismo, ya que como ha apuntado Locking, el verde y el blanco son sus otros más icónicos.
Aunque con cierta tendencia al desuso, el verde sigue siendo símbolo en manifestaciones como las del aborto en Argentina.
En cambio, el blanco está tan presente como cuando las sufragistas londineneses de principios de siglo XX quisieron destacar presencia en la concentración que se dio en Hyde Park, contrastando con las prendas negras y grises que dominaban la moda masculina.
Ese color, el blanco, sigue muy presente. Como ha explicado Ana Locking, “el morado se instaura a nivel social y el blanco se instaura a nivel político”. Así se ha podido ver a políticas, “sobre todo en el partido Demócrata”, como Hillary Clinton o Nancy Pelosi, vestidas de blanco durante momentos clave.
Una recapitulación que demuestra que la moda forma parte indisoluble de cualquier manifestación política.