La historia de Takakonuma Greenland, el parque de atracciones más terrorífico del mundo
LalaChus vuelve a Cuerpos especiales para contarnos sus terroríficas historias completamente reales. Hoy nos trae la historia ocurrida en Takakonuma Greenland, un parque de atracciones situado en Hobara en Japón.
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Todavía no nos hemos repuesto del Expediente Vallecas y LalaChus ya ha vuelto a Cuerpos especiales con otra historia de terror. Esta vez no ha ocurrido en España, sino en Japón, pero te va a poner los pelos de punta igual.
La historia ocurrió en un parque de atracciones llamado Takakonuma Greenland, situado en Hobara una localidad próxima a Fukushima, en Japón.
Makoto, el dueño de Takakonuma Greenland, tenía un sueño: quería crear un parque de atracciones pero no tenía dinero. Por este motivo recurrió a Amanojaku, una especie de demonio japonés que tiene la capacidad de despertar y realizar los más oscuros deseos de una persona.
Según cuenta la leyenda, Makoto tenía que entregar a su hija aAmanojaku y éste le daría todo el dinero del mundo para construir el parque. En el día de la inauguración, la hija de Makoto desapareció y el destino del parque no fue mucho mejor.
El parque estaba situado en un valle, por lo que siempre había niebla y creaba un atmósfera que a la gente no le gustaba. Además, varias personas aseguraron ver a una niña paseando sola por las instalaciones con un vestido blanco que quería darles la mano. Poco después el parque quedó abandonado porque Makoto murió en extrañas circunstancias.
En 1986 un misterioso empresario decidió tomar las riendas del parque y volver a abrirlo, pero lejos de tener una larga trayectoria, la vida del parque se prolongó tan sólo 13 años más debido a los terroríficos acontecimientos que ocurrieron en el lugar, donde llegaron a fallecer alrededor de siete personas.
LalaChus destaca la muerte de un chico. El joven estaba haciendo cola con sus amigos esperando para montar en una montaña rusa cuando de repente le cambió la expresión. Una vez que se subieron a la atracción, el chico se tiró al vacío de repente. Los amigos contaron que cuando le preguntaron qué le sucedía solo repetía "quiero ir con ella".
Otra terrorífica anécdota relacionada con el parque ocurrió en 2007, cuando un turista británico llamado Bill Edwardsse acercó al parque para hacer unas fotografías. El hombre esperaba encontrarse todo el parque abandonado, pero para su sorpresa se lo encontró todo intacto, como si hubiesen abierto el día anterior.
La cosa cambió cuando fue a revelar las fotografías y descubrió que no había nada de lo que había visto, ya que un año antes el gobierno japonés había desmantelado todo el parque tras llevar tantos años abandonado. Bill Edwards se suicidó tras descubrir las fotografías.