Así cambia nuestro comportamiento si desactivamos las notificaciones durante un día

Un equipo de investigadores españoles ha demostrado que desconectar las notificaciones del móvil durante 24 horas puede ayudarnos a mejorar nuestra productividad.

Los investigadores, Luz Rello, de la Universidad Carnegie Mellon, y Martin Pielot, de Telefónica, han realizado un experimento junto a un grupo de 30 voluntarios a los que han pedido que desactiven las notificaciones de su móvil durante 24 horas.

"Se sintieron menos distraídos y más productivos", aunque algunos también aumentaron sus niveles de ansiedad, ya que "se sentían menos conectados con su grupo social", explicaban tras el experimento.

Estudios anteriores ya habían demostrado que desactivar las notificaciones hace que las personas se distraigan menos y aumente su productividad. Sin embargo, en dichos estudios la mayor parte de los voluntarios volvía a activar las notificaciones acabado el experimento.

En este estudio ocurrió, para sorpresa de sus investigadores, lo contrario. Los participantes "mostraron su intención de cambiar la forma en que administran las notificaciones", una práctica que han seguido manteniendo la mitad de ellos, incluso dos años después de haber realizado el experimento.

Cabe destacar que en estudios anteriores se limitaban a desactivar las notificaciones del correo o los SMS, ahora con el avance tecnológico existen multitud de servicios y aplicaciones que nos bombardean con ventanas emergentes de notificación.

A pesar de que hay pocos estudios que hayan analizado una posible relación entre las notificaciones y los niveles de estrés, varios experimentos han mostrado que las notificaciones de correo electrónico están asociadas a mayores niveles de ansiedad. Aunque quizás el problema no sean las notificaciones en sí, sino el entorno de trabajo.

Ansiedad por no responder a tiempo

No responder a tiempo puede ser mal percibido ya que la mayoría de notificaciones llegan de aplicaciones de comunicación. Así lo han explicado Rello y Pielot, ya que observaron a través del cuestionario previo al estudio que "el 80% de los participantes estuvo de acuerdo con la afirmación de que se espera que respondan a tiempo".

Tanto es así que en la entrevista posterior al experimento los participantes contaron numerosas anécdotas en las que los mensajes no respondidos provocaron conflictos con amigos y compañeros.

Además, destacan la importancia de esto en el mundo laboral, donde la disponibilidad constante se ha convertido en parte de la oferta que las empresas hacen a sus clientes.

De esta manera, se genera la necesidad de estar siempre conectados, lo que puede terminar generando ansiedad.

Rello y Pielot destacan que al no tener notificaciones, los voluntarios “se sentían incapaces de mantener el nivel esperado de disponibilidad”, con lo que la ausencia de notificaciones "se convirtió en una nueva fuente de ansiedad y aumentó significativamente la preocupación de perder información”.

Los dos investigadores, presentarán sus resultados en una conferencia internacional que se celebrará en septiembre, en Austria, y concluyen que desactivar las notificaciones, aunque puede ser positivo porque reduce el número de distracciones y estrés, en algunos casos puede llegar a generar más ansiedad que el propio hecho de mantenerlas activadas.