Joaquín Begines, padre de la niña asesinada en Dos Hermanas, sobre el macrojuicio por el triple crimen: "Es revivir la misma pesadilla"
Este lunes comenzó en Sevilla el macrojuicio por el triple crimen de Dos Hermanas, donde un jurado popular juzgará a los responsables de la muerte de una mujer, su hija de 6 años y la pareja de la primera por un ajuste de cuentas. Javier Cárdenas habla en Levántate y Cárdenas con Joaquín Begines, el padre de Lucía, la niña asesinada, para saber cómo se encuentra y cómo encara este proceso judicial.
Cerca de un mes durará el juicio que procesa a los responsables de la muerte de una mujer, su pareja y su hija Lucía en el crimen de Dos Hermanas del año 2017.
Joaquín Begines, ex marido de la mujer y padre de la niña asesinada, habla con Javier Cárdenas en Levántate y Cárdenas de cómo sucedió todo el día que madre e hija desaparecieron.
"Ese fin de semana me tocaba recogerla, pero cómo se había roto la manita por caerse en el patinete, la madre me pidió quedarse con ella por la noche y no me importó. A día de hoy me arrepiento", cuenta.
"Al día siguiente cuando me tocaba recogerla su madre no me cogía el teléfono. Me puse en contacto con la madre de Sandra, por si tenía otro teléfono, pero nada", continua. "Cuando salí de trabajar me fui a donde ellos vivían, me di cuenta de que estaban los dos coches suyos y no había nadie. A partir de ahí, 14 días sin saber nada, tirado en la calle, no iba a estar en casa esperando a que sonase el teléfono. Fui a poner la denuncia y me dijeron que tenia que esperar dos días", relata.
Al comentar con los agentes de la Policía que se trataba de la desaparición de un menor con su madre, le recomendaron poner una denuncia por secuestro. "Yo quería que aparecieran las dos, no iba a poner una denuncia diciendo que la madre se había llevado a mi hija".
A él llegaron incluso a investigarlo como sospechoso. "Me llamaron a declarar, les conté todo, les ofrecí mi teléfono para que lo investigasen. Está claro que en este caso es lo normal que me investiguen a mi, aunque yo me sentía mal", explica.
EL CRIMEN DE DOS HERMANAS
La Audiencia Provincial de Sevilla ya trabaja desde el lunes en el macrojuicio del año, el primero con jurado desde que se instauró el estado de alarma, en el que la Fiscalía pide un total de quince penas de prisión permanente revisable por la muerte de una mujer, su hija de 6 años y la pareja de la primera.
Los hechos ocurrieron en septiembre del 2017 en Dos Hermanas, hay siete acusados y el Ministerio Público solicita el máximo castigo que recoge el Código Penal para cinco de ellos: R. G. H. alias el Pollino; su esposa, E. F. H.; su padre, R. G. G. alias el Cabo; el monitor de boxeo D. R. H. P. y su amigo J. A. M. B.
También pide otros dieciocho años y medio de cárcel por detención ilegal y tenencia ilícita de armas para el Pollino y su mujer, así como siete años y medio por los mismos delitos para R. G. G., D. H. R. P. y J. A. M. B.
Las otras procesadas son M. M. O., amiga del Pollino, que se expone a diecinueve años como cómplice de los asesinatos y los secuestros; y la madre del Pollino, J. H. J., para quien la Fiscalía reclama siete años y medio por encubrimiento.
El juicio iba a empezar el 4 de mayo, pero se aplazó por la pandemia de coronavirus y su nueva fecha de inicio fue confirmada esta semana después de que el abogado del padre de la niña solicitase otra suspensión por enfermedad.
El juicio se celebrará hasta el 8 de julio "como mínimo" e incluso puede haber sesiones de tarde, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ya que deben declarar cincuenta testigos, cinco de ellos protegidos, y más de veinte peritos.
La sala ya ha sido habilitada con mamparas, fundas de micrófonos y otras medidas antivirus y podrán entrar nueve periodistas, aunque los móviles y portátiles estarán prohibidos.
En sus escritos, a los que ha tenido acceso Efe, la jueza que instruyó el caso y la Fiscalía coinciden en que el clan del Pollino decidió matar a Y. G., alias el Turco, por motivos vinculados al narcotráfico.
Antes cavaron un agujero en el aseo sobre el pozo séptico de su casa, en la calle Cerro Blanco, y encargaron hormigón para taparlo.
El Pollino pidió a M. M. O. que buscara a alguien para secuestrar, presionar y, en su caso, matar a las víctimas y la amiga recurrió al monitor de artes marciales, exportero en un local que regentaba ella, que "aceptó" el encargo por 3.000 euros.
El 16 de septiembre del 2017, el Turco fue secuestrado por el Pollino, el Cabo, D. H. R. P. y J. A. M. B y los dos últimos "le propinaron una paliza".
Al no obtener información, el Pollino y su esposa secuestraron a la mujer, que estaba embarazada de tres meses, y a su hija y las llevaron a la casa, donde las golpearon de forma reiterada.
El monitor y J. A. M. B. se marcharon más tarde, pero "eran plenamente conscientes" de que iban a matar a los tres "y no hicieron nada por impedirlo".
El Pollino, su mujer y su padre comenzaron las "ejecuciones" con la niña, que murió por un disparo y por asfixia, ya que fue arrojada a la fosa cuando aún estaba viva; después con su madre, a la que dispararon cuatro veces en la cabeza y otra "a bocajarro"; y finalmente con el Turco, con un tiro "por detrás".
Luego bajaron los cuerpos a la fosa, que fue rellenada de hormigón "esa misma tarde" y con mortero dos días después.