China castiga con hasta 7 años de cárcel a los alumnos que copien en selectividad
Comienza el examen más difícil del mundo, o al menos el más decisivo para nueve millones de estudiantes chinos que se enfrentan a la prueba de acceso a la universidad. Un examen que puede marcar el éxito profesional de sus vidas e incluso la salida de la pobreza.
El examen es desde hace tiempo un acontecimiento nacional, con padres, familiares o simples curiosos frente a los centros de examen para animar a los recién graduados de secundaria que entran a realizar esta prueba.
Más de nueve millones de estudiantes chinos inician el que posiblemente sea el período más decisivo hasta ahora de su vida: el 'gaokao', el examen de acceso a la universidad.
Si para nosotros los españoles, la selectividad o como muchos la conocen: 'La PAU', es motivo de angustia total, imaginad para los alumnos de China que atraviesan meses de intenso estudio sin apenas salir de casa, ya que el acceso a la universidad (más aún si es un centro de prestigio) puede marcar el éxito profesional de sus vidas y es un motivo de orgullo social para sus familias. ¡Ojito!
Eso no es estrés en comparación a los alumnos con familias rurales o más pobres, ya que el éxito de este examen para ellos puede marcar la salida de la pobreza.
Cerca de 9,4 millones de estudiantes participarán en el examen de este año, que dura entre dos o tres días, según las provincias.
Por toda China, los preparativos especiales se multiplican: En la región autónoma de Mongolia Interior, un tren especial llevó a más de 600 estudiantes de zonas semidespobladas a la capital del distrito de Oroqen para poder realizar la prueba. En Pekín y numerosas ciudades, se han dispuesto refuerzos especiales en ciertas líneas de autobuses y en el metro de la capital hay puntos de acceso especiales para que los estudiantes no tengan que esperar las largas filas de las horas punta.
Además, hay dispositivos especiales de policía para mantener el orden y evitar el uso de dispositivos electrónicos para copiar en el examen.
¿Por qué unas medidas tan exageradas?, pensaréis. Pues porque la novedad este año es que se castiga con hasta siete años de cárcel a quienes copien o ayuden a copiar.
¡A ver quién es el listo que lo intenta!