Condenan a la empresa de vibradores We-Vibe por espiar a sus clientes

El fabricante de juguetes sexuales, We-Vibe ha sido condenado con una multa millonaria por espiar la intimidad de los compradores. La empresa está obligada a pagar a quienes compraron su vibrador inteligente con cerca de 10.000 dólares, unos 7.000 euros. La consecuencia por recopilar información sin que los clientes lo supiesen les ha salido cara.

El vibrador We-Vibe 4 Plus se vendía como una forma de "permitir a las parejas mantener la llama encendida juntos o separados". El aparato, al estar conectado vía bluetooth, se podía controlar desde el móvil a través de una app, lo que facilitaba su control a distancia y que una persona al otro lado de una videollamada cambiara sus modos para dar placer a la persona que lo estuviese utilizando.

Cada vez que los clientes lo usaban, el vibrador enviaba datos sobre la temperatura y las opciones de vibración elegidas en la masturbación. La compañía poseía así, la información íntima de sus clientes sin que ellos lo supiesen. Tras una demanda colectiva de los clientes en el Tribunal Federal de Illinois, la sentencia entiende que era un caso de espionaje, ya que sus clientes no sabían nada de que se les estuviese "robando" información a través de estos juguetes sexuales.

No solo la empresa responsable de este juguete, Standard Innovation, almacenaba información para estudiar el uso de los vibradores, su aplicación estaba llena de problemas de seguridad. Los hackers "Goldfisk" y "Follower" presentaron en la conferencia DEFCON de 2016 un estudio sobre los problemas de seguridad de esta app. Se descubrió que la aplicación enviaba información de vuelta al fabricante.

Sí chicos, hackear un vibrador es posible. Desde que descubrieron los fallos de seguridad y se inició la demanda contra la empresa, según explicaba Standard Innovation, han hecho cambios para que su app sea más segura y que los usuarios tengan más información sobre los datos que comparten.

¡Qué mal rollo!