Desarrollan un casco que permite conservar el cabello durante la quimioterapia
La pérdida de cabello es una de las consecuencias más desagradables del cáncer. Al sufrimiento de padecer una enfermedad así de grave se une la angustia por deterioro del aspecto físico, que hace mella en el estado de ánimo de cada paciente.
Seguro que conoces a alguna mujer (y hombre) que ha visto cómo su pelo desaparece irremediablemente cuando comienza la quimioterapia. Seguro que has vivido la angustia de alguna madre, amiga o hermana a la que no le ha quedado más remedio que cubrir su cabeza con un pañuelo mientras dura el tratamiento.
Si ya el cáncer no es una enfermedad fácil de llevar de entrada, imagínate aprender a vivir con ella cuando la persona que ves en el reflejo del espejo no eres tú. No eres tú porque tu aspecto no es el que conocías, es totalmente distinto. Palidez, cansancio sobrenatural... y ni un solo pelo en el cuerpo.
Esta situación genera una angustia en los enfermos que no se puede remediar. No hasta que el tratamiento finaliza y el pelo vuelve a crecer.
Sin embargo, hay buenas noticias. El Hospital público de Ourense ha diseñado un sistema capaz de evitar que el pelo se caiga tras recibir la quimioterapia. Es pionero en España y es efectivo en el 87% de los pacientes.
¿Cómo funciona?
El casco se coloca en la cabeza del paciente antes de comenzar el tratamiento. El sistema permite enfriar el cuero cabelludo hasta los 20 grados, permitiendo que el vaso sanguíneo se cierre y así disminuya el aporte quimioterápico que llega a la raíz del pelo.
El Hospital Público de Ourense ha sido el primero en utilizar este sistema durante todo un año. La financiación ha llegado desde una fundación, ya que la Seguridad Social no cubre este tratamiento.