Un algoritmo que anticipa lo que nos gusta
Juanma Romero y Marta Lozano, productora de Me Pones Más, conversan sobre el algoritmo que evalúa los rostros que nos gustan.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Copenhague crea un sistema que evalúa la actividad de las neuronas cuando estas reaccionan al ver determinados rostros, ¿cuál es el objetivo? Determinar las caras que nos gustan.
Que la ciencia ficción se vuelve cada día más real, ya es una evidencia palpable. Si ayer les contábamos la creación de un chip transcutáneo para evitar el malestar que provoca el jet lag, hoy toca reflexionar en torno a esta nueva máquina a la que, algunos, ya ven como la fusión ideal entre Tinder y Netflix.
El sistema ha sido entrenado para revelar la actividad neuronal del cerebro cuando ve la cara de una nueva persona. El algoritmo determinaría si los usuarios, que ya han sido examinados, encontrarían atractivos ciertos rostros, incluso antes de verlos. Aquí es cuando entra el factor Netflix, ya que lo que esta tecnología permitiría sería recrear una especie de lista de recomendaciones, similar a como lo hace la plataforma streaming. En general, sería una manera de expresar preferencias físicas.
¿El fin de Tinder?
De alguna modo, el algoritmo funcionaría como Tinder. No obstante, tal y como nos explica Marta Lozano, esto podría ser el fin del clásico mecanismo de deslizamiento que se usa en Tinder: "por ejemplo en Tinder se podría acabar eso de deslizar a la izquierda o a la derecha porque ya lo haría el algoritmo por nosotros".
¿Entonces cómo funcionan los algoritmos?
Los algoritmos no predicen, sino que se basan en datos registrados sobre preferencias pasadas y, con esa información como base, quizá puedan establecer un parámetro o patrón pero la ciencia no es magia.