Es adicta a oler gasolina
Su pareja le ha dejado por anteponer su adicción a la vida en pareja.
Olga de Barcelona está enganchada al olor de la gasolina. Es cierto que a muchas personas les resulta agradable su aroma pero en el caso de esta chica condiciona todos los aspectos de su vida.
Al salir de trabajar tiene la necesidad de pasar horas al lado de una gasolinera. En su casa tiene garrafas e incluso antes de mantener relaciones sexuales necesita oler el carburante para excitarse.
Hasta su propio novio ha dejado la relación por su extraña obsesión. El problema es que Olga piensa que el problema es de los demás y no de ella, por lo que se niega a recibir la ayuda de un psicólogo.
El olor a gasolina es una importante causa de intoxicación (debido a sus niveles de benceno y plomo), esto nos puede causar un importante cuadro de depresión en el sistema nervioso que puede acabar en muerte si hacemos una exposición prolongada.
Olga lo explicó en Ponte a prueba: