Es adicto a que le pasen virus
Le encanta enrollarse con mujeres que tienen algún tipo de infección visible.
Arturo no considera su adicción patológica a pesar de que los argumentos de su psicólogo dicen exactamente todo lo contrario. Le excitan los herpes, las llagas, las costras es decir, la belleza de la ‘deformación’ como el mismo lo califica.
Le resulta morboso el poder contagiarse y contagiar a otras personas aunque admite utilizar una serie de precauciones como cremas contra las quemaduras o fungicidas.
Arturo ha llegado a eyacular precozmente tan sólo chupando una costra de una mujer. Su testimonio dejó una huella imborrable en Ponte A Prueba, tanto que hasta uno de sus locutores acabó vomitando en la papelera.