RELATO DE RAÚL MORALES

Con 'M' de muerte

Una vez más el estudio de Ponte a prueba se convierte en la escena de un crimen... ¡Manda tu relato a ponte@europafm.es!

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Europa FM

Europafm.com14/04/2014 20:26

-¿Seguro, Puchi? -Preguntó Josep con cierto temblor en la voz. -¿Seguro que quieres que

hablemos con este loco en directo?.

Puchi se mordió el labio y dijo:

- Hazme caso, es lo mejor. Que nos de explicaciones.

Josep asintió con nerviosismo y se puso los auriculares, al igual que Laura y Sara.

- ¡Ya estamos de nuevo en el único programa que no se atreven a hacer las otras

emisoras!

Laura pudo apreciar en su temblorosa voz que algo no iba bien.

-Tenemos en directo a un hombre que ha colapsado nuestras líneas una y otra vez porque estaba ansioso por entrar en directo en nuestro programa. No ha querido darnos su nombre auténtico, y nos ha pedido que le llamemos “M”. Buenas noches, “M”.

-Buenas noches. -Respondió una voz sonora y grave desde el otro lado de la línea.

-¿Por qué nos has llamado exactamente? No has querido darnos un motivo...

- ¿Han cerrado las puertas del estudio, amigos? -Dijo de pronto “M” ignorando la

pregunta de Josep.

- ¿Cómo dice? -Preguntó Sara, cuyo rostro comenzaba a volverse pálido.

- Las puertas del estudio... -Prosiguió “M”. -Deberían tener cuidado... Aunque, bueno,

creo que ya es demasiado tarde.

Josep se dio la vuelta y comprobó que, en efecto, la puerta estaba abierta. Lo más extraño es que se movía muy lentamente produciendo ruidos aterradores, como si el viento la empujase, cosa que era imposible, ya que las ventanas del estudio estaban cerradas a cal y canto...

- ¿Saben por que me llamo “M”? -Preguntó el hombre.

- ¡¿Quién eres?! -Gritó Puchi con los nervios a flor de piel.

Entonces dio un brinco de terror cuando oyó su propia voz resonar al otro lado de la línea, como si el misterioso “M” estuviese muy cerca de ellos.

- ¿Que quién soy? Soy La Muerte... Pero podéis llamarme “M”. - Dicho esto soltó una espantosa carcajada.

Los chicos del programa escucharon la risa tras ellos, acompañada de un frío aliento helado que estuvo a punto de congelarles la nuca.

Se dieron la vuelta a la vez para enfrentarse al causante de lo que no podía ser más que una broma estúpida, y automáticamente soltaron un grito.

Jamás volvieron a salir del estudio de Ponte a prueba.