Cinco posturas para que la mujer alcance el orgasmo mucho antes
Un gran porcentaje de mujeres afirma no haber sido capaz de alcanzar el orgasmo. Por suerte, ya no es necesario probar todas y cada una de las posturas del kamasutra. Gracias a El Sextante hemos descubierto las mejores propuestas para las mujeres para llegar al orgasmo.
Son muchas las posturas más comunes a la hora de tener relaciones sexuales, pero El misionero es la preferida de los españoles. Lo malo pero no se encuentra en la lista de las posiciones que favorecen o aceleran el orgasmo femenino. ¿Raro?
Muchas mujeres dicen no haber llegado al orgasmo durante el acto sexual, por lo que gracias a El Sextante, hemos conseguido saber las mejores propuestas para hacer disfrutar a las mujeres.
1. Ella se mece
La mujer se coloca encima y es la que decide la velocidad y la inclinación. Rodea con sus piernas al hombre y se mueve arriba y abajo como si de una mecedora se tratase. Él se inclina hacia atrás para dejar libertad a sus movimientos. Puede dejar sus piernas estiradas o cruzarlas un poco para facilitar la estabilidad.
2. Los pezones entran en juego
La mujer se coloca encima e inclina el cuerpo hacia el hombre de tal forma que la boca del hombre queda a la altura de su pecho. La correcta estimulación de los pezones durante la penetración aumenta el placer durante el acto sexual. Si a eso le sumamos que desde esa posición la mujer tiene el control del ritmo y la inclinación, las probabilidades de alcanzar el clímax se multiplican.
3. Accesibilidad al clítoris
El hombre se sienta con las piernas estiradas y ella se sitúa encima, frente a frente. La mujer se inclina hacia atrás, de tal modo que su pareja tiene acceso directo al clítoris.
La combinación de masturbación y penetración es una suma de sensaciones placenteras. Está estimulación también funciona cuando la mujer se coloca de espaldas a él, a horcajadas pero en dirección contraria. Deberá, de igual modo, inclinarse hacia atrás para que el hombre tenga acceso rodeándola con su mano.
Hay quienes descartan este tipo de postura porque impide mirar a la cara a tu pareja.
4. El roce hace el placer
El hombre coge en brazos a la mujer, y la balancea arriba y abajo. Ella le rodea con sus piernas por lo que su clítoris queda expuesto al roce con la piel de su pareja.
Cualquier postura de este estilo, donde los dos torsos se mantienen unidos o paralelos muy próximos, es efectiva. Sin embargo, es importante que el movimiento evite la extracción contínua del miembro.
5. La silla
El placer en esta posición se consigue de tres maneras. Por un lado, el morbo que produce cualquier elemento innovador: en este caso, una silla en lugar de la cama. En segundo lugar, la obligatoria proximidad de los cuerpos para mantener el equilibrio sobre el asiento y llevar a cabo un movimiento exitoso. Por último, independientemente de si la mujer se sitúa de cara o de espaldas al hombre, será quien lleve el mando, lo que facilita la búsqueda de su satisfacción. Es recomendable que la silla tenga una altura adecuada, que le permita apoyar los pies en el suelo para impulsarse.