Nuestra querida amiga millennial nos enseña “su puta casa de mierda”, un diáfano apartamento de 30 M2 por 1.200€ al mes; y también nos habla del trabajo de sus sueños, y de cómo ha conseguido ese trabajado que consiste en “hacer feliz a la gente”, eso sí, humillándote y dejando que abusen laboralmente de ti. Bueno, ¡laboralmente si tienes suerte!
Si tu jefe además de explotador es un cerdo, pero tienes miedo de denunciar porque perderías el trabajo, ¡tenemos la solución! Solo tienes que suministrarle un poco de su propia medicina en forma de cóctel: Bloody Mary DIY (pero que muy ‘bloddy’). ¡Apunta la receta!