Cristian Ariel se ha metido en un taxi con un megáfono porque está feliz, así que le ha enseñado al taxista cómo vende pescado frito y además quiere pagarle con un cheque a treinta días...¡pobre taxista!
Cristian Ariel se ha metido en un taxi con un megáfono porque está feliz, así que le ha enseñado al taxista cómo vende pescado frito y además quiere pagarle con un cheque a treinta días...¡pobre taxista!