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Elo trabaja en el refugio Zoo de Castellar, en Cádiz, y ha contado en Me pones cómo su refugio particular se encuentra entre las garras de la leona Keshi, una hembra de cuatro años que ha criado "a biberón y muchos mimos" y en la que encuentra esa paz tan necesaria entre sus 160 kilos.

Ana lleva como amuleto el bigote de la gata Lola, de una de sus mejores amigas. ¡No se lo arrancó! Ana lo cogió del suelo cuando se le cayó y desde entonces lo lleva en la cartera para que le dé suerte. Cada uno tiene sus trucos para invocar la buena suerte...

Los oyentes de Me pones nos cuentan este domingo cuáles son los objetos y rituales que usan habitualmente para atraer la buena suerte. ¡En esto de invocar a la fortuna hay de todo y para todos los gustos!

Juanma Romero ha pedido risas y los oyentes de Me pones han respondido con chistes. Los ha habido buenos, malos, peores y luego está este de Alejandro. ¡Júzgalo tú mismo!

¡Sábado de chistes en Me pones! Juanma Romero ha pedido risas a los oyentes del programa y han respondido sacando a antena su mejor repertorio. ¡No te lo pierdas!

Todo el mundo ha sentido vergüenza alguna vez a causa de sus padres, así que en este domingo Día de la Madre Juanma Romero ha aprovechado para preguntar a los oyentes de Me pones por ese momento en el que pensaron "tierra, trágame" por sus progenitores.

¿Qué mejor momento que el Día de la Madre para preguntar cuándo algún progenitor te ha dado provocado la mayor de las vergüenzas? Juanma Romero ha planteado esta duda en Me pones y Manu, un oyente de Málaga, ha recordado cuando su padre le arruinó una cita con apenas 13 años. La anécdota no tiene desperdicio.

Cada cual tiene un ritual para el baño y Juanma ha preguntado en Me pones sobre las preferencias de los oyentes. Agua caliente, fría, por la mañana, por la noche... Hay respuestas para todos los perfiles.

Los rituales de ducha son muy personales y más aún cuando se viven experiencias tan particulares como el encierro provocado por la pasada pandemia. Lola ha llamado a Me pones desde Huelva para recordar cómo durante esa etapa apenas llegó a una decena de duchas porque “solo tenía“que sacar al perrillo”, pero confiesa que a día de hoy sus duchas han vuelto a la normalidad, eso sí con el agua “ardiendo” y necesitando “un deshumidificador” para que no salgan humedades en su casa.