
Billie Eilish nos lleva a su mundo oscuro en su concierto en Barcelona
Con una puesta en escena vacía, acompañada solo por un teclado y la batería, tres pantallas anticipaban la llegada de Billie Eilish: una cama y un pequeño ser que se convirtió en nuestro guía, cayendo sin cesar como Alicia lo hacía por la madriguera, hasta ser engullido por la sonrisa de un gato que nos llevó al país de las pesadillas. Y todos pensamos: ¿A dónde vamos cuando nos quedamos dormidos?