Abdullah al-Mohammad se las ha ingeniado para que su hija Sawa, de tan sólo 4 años, no se asuste con los bombardeos que sufren constantemente en su ciudad. En un vídeo podemos ver cómo el padre le hace creer que se trata de un juego y que las bombas son de mentira mientras la pequeña ríe a carcajada limpia cada vez que oye una explosión.
Una joven fue rescatada con vida entre los cascotes de uno de los edificios bombardeados, en la ciudad de Alepo. Los "cascos blancos" detectaron ruido y consiguieron llegar a la niña, que consiguieron sacar de un pequeño agujero. Los asaltos del ejército sirio, ayudado por milicias respaldadas por Irán y aviones rusos, han dejado incomunicada a la población y sin acceso a medicamentos u hospitales, que también han sido objetivos en los últimos días.
Una joven fue rescatada con vida entre los cascotes de uno de los edificios bombardeados, en la ciudad de Alepo. Los "cascos blancos" detectaron ruido y consiguieron llegar a la niña, que consiguieron sacar de un pequeño agujero. Los asaltos del ejército sirio, ayudado por milicias respaldadas por Irán y aviones rusos, han dejado incomunicada a la población y sin acceso a medicamentos u hospitales, que también han sido objetivos en los últimos días.
El decreto impuesto por Donald Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos de pasajeros musulmanes procedentes de 7 países, entre ellos Siria. Esto ha provocado que Mohammed, un niño de 7 años enfermo de cáncer, no pueda viajar hasta allí para tratar su enfermedad, tal como le había prometido la embajada estadounidense.
Un pequeño niño sirio se ha convertido en la imagen de la cruda realidad que los niños (y también los adultos) están viviendo en el país por la guerra.