Si no quieres parecer más viejo, no abuses de estos 7 alimentos
Sí, aunque no te lo creas, consumir demasiado habitualmente ciertos alimentos puede provocar que parezcamos más mayores, es decir, que nos echan años encima. Nuestros amigos y expetos en alimentación de Cocinatis han recopilado las comidas que provocan que, en vez de parecer más joven, parezcas todo lo contrario. ¡Toma nota!
Dulces: El azúcar es capaz de hacer creer a la gente que la fecha de nacimiento que figura en tu DNI es una muy diferente. Cuando tomamos más azúcar del que nuestro cuerpo puede asimilar el colágeno en nuestra piel se ve afectado. Por no hablar de que los dientes también sufren lo suyo.
Vino blanco. Lo que pasa con el vino blanco es que, al tratarse de una bebida ácida, ataca el esmalte de nuestros dientes, haciéndolos más vulnerables a posibles manchas que, encima, se quedarán más tiempo en nuestra dentadura. El truco es no lavarse la boca justo después de beber vino blanco, sino esperar un rato para que nuestros dientes se remineralicen y entonces, sí, atacar con el cepillo.
Café. Como cualquier otra bebida que tenga cafeína, el efecto deshidratador del café afecta a nuestra piel, dejándola más seca y con un aspecto menos saludable. Además, también sufren los dientes... Para minimizar la agresión cafetera hacia nuestra dentadura, un truco puede ser el de beberse un vaso de agua a continuación para que limpie el ácido del café.
Carne roja. La carne grasa genera radicales libres que afectan la capacidad de la piel para protegerse a si misma y generar colágeno. Por ello, si no queremos parecer nuestros padres, es mejor limitar la ingesta de carne roja y trata de compensar con frutas y verduras por su efecto antioxidante, que combatirá los efectos perjudiciales del consumo de ternera.
Comida picante. Pese a que muchas veces se ha celebrado el efecto adelgazante que puede tener la comida picante, la realidad es que no todos sus efectos son igual de beneficiosos para el cuerpo humano. Por ejemplo, agrava los síntomas de personas que padecen rosácea, una enfermedad que causa inflamación de la piel y también puede provocar problema durante la menopausia, momento en el que los vasos sanguíneos de la piel están más sensibles.
Bebidas energéticas. Aunque parezca un sinsentido, ya que pueden hacernos sentir como chavalitos, las bebidas energéticas tienen un reverso oscuro, que se manifiesta en el daño que le pueden hacer a nuestros dientes. Por eso, y con objeto de minimizar los efectos, es mejor tomarlas muy de vez en cuando o beber a través de una pajita para evitar que puedan afectarnos.
Refrescos de limón. El efecto combinado del azúcar con el zumo de limón, sin duda el más agresivo con nuestra dentadura, es el cóctel con el que esta bebida, aparentemente inocua, amenaza nuestra apariencia. Si queremos lucir como jóvenes adolescentes, es mejor limitar el consumo de este tipo de bebidas industriales y apostar por más agua o zumos naturales.