Blanca Suárez, sobre 'Disco, Ibiza, Locomía': "La película abre el melón de que dentro del grupo había una chica"
El estreno de la película Disco, Ibiza, Locomía trae por primera vez a Cuerpos especiales a Blanca Suárez, que tiene mucho que contar sobre cómo fueron los meses previos al rodaje y de cómo alucinó cuando la llamaron para formar parte del reparto. "Ahí se abre el melón de que había una chica en el grupo".
El próximo estreno de la película Disco, Ibiza, Locomía, previsto para el viernes 17 de mayo, ha traído al estudio de Cuerpos especiales a Blanca Suárez. La actriz, una de las protagonistas de la cinta, ha venido por primera vez al programa para hablar de los secretos del rodaje, que pudo ver por primera vez con público en el Festival de Cine de Málaga.
"Es ilusionante y tenso", ha constado a Eva Soriano y Nacho García sobre la proyección en Málaga. "Vas cagado y tenso. Es una película especial porque llevan mucho tiempo preguntándome", ha añadido la actriz cuyo balance tras la proyección es muy bueno.
Blanca Suárez vivió de refilón el fenómeno Locomía. "No me pilló. Me pilló a ras. Lo conozco pero no lo ubicaba mucho en el espacio tiempo. Conocía ls hombreras, los abanicos... pero no formaba parte de mi vida", ha contado la actriz, que alucinó cuando le llamaron para formar parte de la película.
"Mi reacción cuando me llamaron fue de estupefacción. Al final, este es uno de los grandes temazos de Locomía, ¿dónde me quieres ubicar? ¿Dentro de su universo dónde estoy? Y ahí se abre el melón de que había una chica, Lurdes Iribar, y esa soy yo", ha contado sobre uno de los episodios más desconocidos del grupo.
"Lurdes fue una de las formadoras de Locomía a nivel grupo. Ella conoce a Xavi Font en Barcelona. Les unes la vida, la personalidad y y los gustos y, de repente, juntos dan el salto a Ibiza. Allí se apoderan de la isla y de una de sus primeras discotecas que se llamaba el Ku. Ahí aparece otro componente, que se llama Manolo, y entre los tres forman Locomía", ha seguido contando.
Más de dos meses de ensayos
Locomía era mucho más que música y abanicos. "Se diseñaban su propio vestuario, lo cosían, creaban el mundo abanico, los zapatos... Eran todo", ha añadido Blanca Suárez, que también ha hablado de las dificultades que supone interpretar a un personaje real.
"Una persona que existe y que sigue de cerca el proceso", ha puntualizado. "He hablado con ella y la he conocido. Ha venido al rodaje a visitarnos igual que otros miembros de la formación", ha dicho sobre la grabación que tuvo un punto complicado porque la película se mueve entre realidad y la ficción. "Ha sido un gusto y desde aquí doy las gracias a la implicación de los miembros".
Los integrantes de Locomía les dieron indicaciones durante la grabación porque los actores se las pedían. "Nos explotaba la cabeza poder tenerlos como asesores", ha añadido sobre esta no muy fácil película. "Ha sido un rodaje muy largo. Parece que estamos en Ibiza pero es Canarias, ha sido mucho tiempo fuera de casa y ha sido muy intenso. Empezamos dos meses y pico antes con los ensayos".
Hacer las coreografías con abanicos de Locomía no es fácil y, después de semanas de ensayos, acabaron todo con tiritas en los dedos. "Parece que es fácil pero es muy complicado", ha dicho Blanca Suárez, que reconoce que en su caso jugó en contra el sentido del ridículo: "Hay un nivel de vergüenza para hacer esas cosas en mi ser muy importante. Todos pasamos por momentos bastantes arrítmicos y bastantes tensos".
Los perores días, de más nervios, eran los días de rodaje de escenas con coreografías: "Era como hacer un baile de fin de curso". Con los nervios propios de que todo saliese bien y, a falta de padres entre el público, todo el equipo de la película mirándolos.