OTRO RELATO DE LALA CHUS

La historia de la 'momia de la mala suerte' que provocó el hundimiento del Titanic

Lala Chus vuelve para traernos la terrorífica historia de la momia de la mala suerte. Una sucesión de maldiciones que empezó en 1970 y a la que se le ha atribuido hasta el mismísimo hundimiento del Titanic.

Europa FM

Barcelona24/01/2022 10:00

En realidad, el objeto de la mala suerte no ha sido la momia en sí, sino la tapa del sarcófago. La pieza, considerada de gran belleza, se le atribuye a una sacerdotisa y data de finales de la dinastía XXI (950-900 a.C.). Fue adquirida por un tal Thomas Douglas Murray, un viajero inglés que estuvo en Tebas (Egipto) entre 1860 y 1870.

Douglas le compró la tapa del ataúd a unos ladrones de tumbas y cuando emprendió su regreso a Londres junto a sus acompañantes empezaron a producirse distintas desgracias. Uno de sus compañeros se adentró en el desierto y nunca más se supo de él y otro perdió un brazo a causa de un disparo accidental.

Pero una vez en Inglaterra las cosas no mejoraron. Otro de los miembros del grupo que viajó a Egipto se arruinó y otro contrajo una grave enfermedad que lo dejó postrado.

La cubierta terminó en manos de la hermana de una de las víctimas del viaje a Egipto y, tras experimentar una serie de desgracias en su casa, donó el objeto al Museo Británico en 1989.

Allí, la sacerdotisa continuó haciendo de las suyas y se le han atribuido accidentes tan graves como la muerte de un fotógrafo que intentó tomarle una imagen; o la del periodista Bertram Fletcher Robinson, que falleció en 1907 a causa de unas fiebres que muchos atribuyeron a una maldición.

Acusada de hundir el Titanic

Una de las grandes historias que rodean a este sarcófago es la que la hace responsable del hundimiento del Titanic. El periodista y espiritista William T. Stead, que viajó a bordo del famoso barco y que falleció en el hundimiento, contó a otros viajeros en la sala de fumadores que el ataúd viajaba a bordo del barco para ser enviada a su nuevo propietario, un multimillonario estadounidense.

Pero si pensabas que la historia de la momia de la mala suerte terminaría con el el propio hundimiento del Titanic, estás muy equivocado. La leyenda cuenta que el sarcófago quedó flotando en las aguas del Atlántico y fue rescatado por un barco de salvamiento estadounidense. Sin embargo, cuando iba a ser trasladada a su propietario de nuevo, este barco se hundió, y la tapa tuvo volvió a ser encontrada flotando en las aguas.