Lala Chus trae salseo fantasmal con la historia de los Marqueses de Linares

Lala Chus trae otra de sus tenebrosas leyendas a Cuerpos especiales. En esta ocasión tenemos que trasladarnos a 1833, cuando en Madrid nació José Murga y Reloid, hijo de una adinerada familia vasca que había hecho fortuna con negocios de ultramar en Cuba.

Las prematuras muertes de sus padres y hermano lo convirtieron en uno de los herederos más cotizados de la alta sociedad madrileña del momento. José Murga contrajo matrimonio con Raimunda de Ossorio y Ortega, hija de una cigarrera de Lavapiés de padre desconocido.

Antes de morir, el padre de Murga se opuso a ese matrimonio. Algunas teorías es que Raimunda era hija del padre de José Murga, que habría tenido una relación extramatrimonial con la cigarrera.

Aún así, finalmente José Muga y Raimunda de Ossorio contrajeron matrimonio y se fueron a vivir al Palacio de Linares —actual Casa América— entre las habladurías de que podían ser medio hermanos e incluso de una hija emparedada para evitar las acusaciones de incesto.

Más allá de estas teorías, el matrimonio nunca tuvo hijos de forma oficial, pero si un par de ahijadas. Una de ellas era Raimunda Avecilla y Aguado, supuesta hija del abogado del marqués, Federico Avecilla y Delgado y de Raimunda Avecilla y Delgado, y quién heredaría la mayor parte de la fortuna de sus padrinos.

El Palacio de Linares en el que habitó la familia, reabierto en 1992 como Casa América, se considera una de las casas encantadas de Madrid por ser escenario de fenómenos paranormales protagonizados, supuestamente, por los fantasmas del matrimonio y una niña, presumiblemente Raimundita.

Aunque nunca se ha podido demostrar con total fiabilidad que los marqueses de linares fueran hermanos de padre y tuvieran descendencia, la historiadora Carmen Maceiras Rey intentó demostrar lo contrario en su trabajo El secreto de Raimunda, la marquesa de Linares (2009).