Se terminó eso de jugar con el delfín Manoliño
Juanma Romero charla con Daniel Ponce, veterinario, para conocer a fondo cómo está la situación con el delfín más famoso de Galicia.
¿Os acordáis de Flipper? Una de las series más famosas en Estados Unidos, allá por los años 60. Flipper era el nombre del delfín protagonista del show, un cetáceo que convivía con los humanos. Lamentablemente, el éxito impulsó la captura de los delfines para fines comerciales dando inicio a una época muy oscura para la explotación de los animales marinos. Son demasiadas las ocasiones en las que esta convivencia no ha salido bien y ya va siendo hora de que tomemos nota.
El delfín Manoliño
El delfín, llamado cariñosamente Manoliño, se ha convertido en una de las atracciones de la costa gallega, en la zona de la ría de Muros y Noia. La historia comenzó cuando un mariscador llamado Roger empezó una relación con el cetáceo y, claro, los medios se hicieron eco de la historia de amistad entre el hombre y el delfín. Todo muy idílico.
Riesgos para el delfín
El contacto prolongado con los seres humanos puede cambiar la actitud del animal y su modo de comportamiento. Además, la interacción con las personas también tiene su reflejo en la relación que Manoliño pueda tener con los otros delfines, ya que podría "perder relación con los de su especie, quedándose aislado", según nos explica Daniel.
Por otra parte, también se han registrado varios ataques por parte del cetáceo. Como suele ocurrir, lo que parecía un tierno coqueteo entre el hombre y el cetáceo termina desvirtuando, hasta el punto de que se pueden ver imágenes de personas intentando montar el delfín. La interacción entre Manoliño y los seres humanos no es nueva, sino que esta se viene produciendo desde hace más de un año.
Riesgos para los bañistas
Daniel nos cuenta los riesgos que conlleva jugar con un animal: "Por un lado, estos animales pueden protagonizar incidentes graves, como el de un mariscador submarinista al que mordió y arrastró de golpe hasta la superficie. Por otro lado, este delfín podría perder el miedo a los humanos, lo cual es clave para su supervivencia".
Definitivamente, hay que regular nuestra interacción con los animales salvajes. A lo largo del tiempo, no hemos demostrado tener un comportamiento ejemplar y, visto a largo plazo, resulta más perjudicial que positivo mantener este tipo de relaciones.