Los asistentes a un festival de arte electrónico desbaratan un robot sexual tras violentos manoseos
En el festival Ars Electronica de Linz, en Austria, se expuso a Samantha, una muñeca sexual programada para que la toquen, y así ha sido. Los visitantes no tuvieron ningún pudor en besarla y acariciarle sus partes íntimas, hasta el punto de acabar destrozándola.
El público del Ars Electrónica, un festival de arte electrónico que tiene lugar en Linz, Austria, no tuvo ningún problema en experimentar con Samantha, un robot sexual.
Este artilugio está creado para recibir tocamientos sexuales, y así lo comprobaron gran parte de los asistentes. Los hombres que decidieron probar a Samantha, la magrearon tanto, penetrando sus dedos, y con tanta violencia, que la muñeca tuvo que ser retirada para que la repararan. Y es que Samantha acabó con los dedos y los pechos rotos.
Esta muñeca ha sido creada por Sergi Santos, un científico experto en bionanotecnología. Samantha tiene la piel parecida a la humana, el cabello largo y reacciona al placer sexual llamando al propietario por su nombre.
Parece ser que el mundo de los robots sexuales empieza a hacerse un hueco en nuestras vidas. Y es que ya existe una cafetería donde estas muñecas realizan felaciones a sus clientes y también los robots sexuales masculinos para que las mujeres mantengan relaciones con ellos.