Cambio de hora invierno: cuándo es, a qué hora y qué trastornos podemos desarrollar
Los relojes se retrasarán una hora durante la madrugada del próximo sábado. Dormiremos una hora más, pero este cambio de hora puede tener efectos perjudiciales para la salud. La luz del día y el sueño marcan nuestro reloj biológico, que estos días se ve alterado por el paso al horario de invierno.
Cuando las agujas del reloj marquen este sábado día 30 las 3.00h, habrá que retrasarlas para que vuelvan a situarse a las 2:00h.
¿Qué día se cambia la hora?
La madrugada del sábado 30 al domingo 31 de octubre los ciudadanos de la Unión Europea (UE) retrasarán sus relojes una hora para adaptarse así al horario de invierno.
La noche del sábado al domingo los europeos dormirán una hora más, ya que los relojes se retrasarán una hora, de modo que a las 03.00 serán las 02.00, en el caso de España. Para Canarias, este cambio de horario también se aplica y seguirá manteniendo una hora de diferencia con la hora peninsular.
Con la llegada del otoño es necesario ajustar la jornada laboral con la luz natural para conseguir reducir al máximo el consumo energético. El cambio de hora se realiza siempre en fin de semana para ayudar al cuerpo a adaptarse, pero aun así los expertos advierten que se pueden sufrir cambios en el estado de ánimo.
Qué trastornos podemos desarrollar tras el cambio de hora
Los expertos aseguran que las personas necesitan al menos un día para adaptarse a lo que supone este desfase horario, que puede venir acompañado de síntomas como irascibilidad, decaimiento o tristeza. El cambio de hora trae consigo menos horas de luz y en consecuencia cambian también las rutinas.
Entre otros síntomas de este trastorno están la fatiga, un estado de ánimo deprimido, la pérdida de interés, la dificultad para dormir o sueño excesivo, cambios en el apetito, sentirse inquieto, dificultades para concentrarse o sensibilidad al rechazo de amigos y familiares.
"Las personas tenemos una especie de reloj biológico que viene regulado, entre otras cosas, por la luz del día, que favorece esa regularidad en los ciclos de vigilia y de sueño en nuestro cerebro", asegura María José Acebes, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC a EFE. La experta explica que este reloj biológico se desajusta cuando "sufre un cambio de hora brusco, en los viajes o con el cambio de hora" y por lo tanto "necesita un periodo de adaptación".
Si la apatía y el decaimiento se mantienen durante más días o incluso semanas o meses, el problema puede tener un origen emocional. "Ya no estaríamos hablando del típico letargo de invierno, sino que se trataría de un trastorno afectivo estacional también conocido como "winter blues", indica la profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC Marta Redolar y recoge Onda Cero.