¿Entrenas duro pero no marcas 'tableta'? 3 razones por las que no luces abdominales como deberías
Si uno de tus objetivos entrenando es tener los abdominales marcados pero no lo consigues, y por mucho que te esfuerzas no acabas de quitarte esa “capita” que impide que se muestren en todo su esplendor, entonces puede ser que estés haciendo mal una de estas tres claves, o varias… ¡Toma nota!
1.No estás entrenando bien
No por hacer 200 abdominales seguidos todos los días vas a marcar la “tableta de chocolate”. Intenta variar los ejercicios y mezcla un entrenamiento aeróbico fuerte, explosivo, con otros que ejerciten tu abdomen haciendo uso de tu propio peso, como las planchas.
Prueba también a poner algo de peso al hacerlos, pero piensa –sobre todo si eres mujer y ese no es tu objetivo- que podría provocar que sobresaliensen un poco. Pero no te preocupes, como digo, lo importante es que varíes el ejercicio y quemes la grasa abdominal con cardio de alta intensidad y variando el tipo de abdominales que haces, mezclando los superiores, con inferiores y oblicuos.
2.No estás comiendo bien
La clave de un cuerpo fitness está no solo en el gimnasio, sino también en la comida. Aprende a comer bien, evita las grasas saturadas, los refrescos después de entrenar cargados de azúcar con la excusa de “recuperar” o las barritas energéticas constantes.
Aumenta la ingesta de fruta y verdura, agua, y deja de lado el azúcar, el alcohol y la bollería. Piensa que para que se marquen los abdominales, tu porcentaje de grasa corporal debería oscilar entre un 12 y un 15%, en función de cada persona y sexo. Intenta reducir la ingesta de calorías diaria, y sustituye los productos procesados por alimentos frescos. ¡Ah! Y recuerda que siempre es mejor una fruta mordida que un batido, donde generalmente tomamos más azúcares de los necesarios y perdemos parte de la fibra natural.
3.¿Descansas lo necesario?
Los músculos necesitan descansar para recuperarse y crecer. No por hacer todos los días abdominales vas a conseguir antes tus objetivos. Deja a tus músculos tranquilos, alterna el ejercicio abdominal concentrado con otro que afecte a otro grupo muscular, y recuerda que los abdominales están presentes en el esfuerzo físico de la mayoría de los ejercicios que hagamos. Si haces bíceps de pie, debes contraerlos para proteger la espalda, si haces sentadillas o splits, para proteger el lumbar y no perder el equilibrio, si haces espalda, lo mismo. No es necesario machacarlos en el suelo con 200 repeticiones del mismo ejercicio para que trabajen.
Además, el sueño también influye en la capacidad de regeneración de nuestro organismo. Duerme entre 7 y 8 horas diarias, o inténtalo, porque eso puede ayudarte más de lo que piensas, incluso para controlar el apetito.
¡Sigue persiguiendo tu objetivo, porque cada día estarás un poco más cerca! Antes de que te des cuenta, podrás rallar queso en tu abdomen.